Vitoria - Han dado el primer paso, que siempre es el que más cuesta. A partir de ahí, el camino se les presenta abierto, dispuesto a conformarse como ellos y ellas quieran. La ilustración es su punto de encuentro y desde ella hacen un llamamiento a todos aquellos que en el territorio comparten el mismo interés, conscientes de que en la unión pueden encontrar un lugar para compartir experiencias, aprendizajes y propuestas. Son IlustrApados en Araba, un colectivo que empezó a gestarse en julio y que encara el nuevo año con muchos planes.

En el motor de la idea se encuentran Marta C. Dehesa, Ángel Remirez de Ganuza, Alex Fernández y Yolanda Mosquera. Los cuatro se conocían, aunque fuese de vista, de coincidir en charlas y talleres realizados, en muchas ocasiones, lejos de casa. De hecho, en una de esas citas en Valladolid apareció la idea de generar algún tipo de plataforma o mecanismo que les sirviese para conocer a otra gente en Álava con “inquietudes similares” y, a partir de ahí, saber qué podían hacer juntos y llevarlo a cabo en la medida de sus posibilidades. Tras “muchos cafés”, el colectivo tomó forma, se empezó a dar a conocer a través de las redes sociales y el pasado mes de diciembre llevó a cabo su primera iniciativa pública, una quedada popular bautizada como Dibupote.

“Buscamos apoyarnos entre nosotros y, por supuesto, entrar en contacto con otras personas que están haciendo cosas aquí pero de las que, a pesar de estar en el mismo territorio, no nos enteramos”, describen, al tiempo que quieren “que la gente de la calle sepa lo que hacemos, qué es ilustrar, para qué sirve”.

Con esos propósitos, siguiendo el camino ya iniciado por otros grupos en Madrid y Valladolid, apareció el Dibupote como herramienta de contacto “para salir de tu estudio, tu ordenador o tu libreta” y compartir. Su intención es llevar a cabo uno cada último viernes de mes. El primero tuvo lugar el pasado 12 de diciembre, con la Plaza de Abastos como punto de referencia, lugar al que se acercaron más de 30 participantes que dejaron en los impulsores del colectivo muy buenas sensaciones.

“Estar con otros te enriquece, se establecen nuevas sinergias, ves otros estilos, aprendes, compartes...”, es decir, se sacaron “los lápices a la calle” para sumar y, de paso, no hay que olvidarlo, “tomar algo”, ríen. Todo ello contando “con gente muy diversa, desde estudiantes hasta nombres consagrados”, y también con la colaboración de varios comercios que ayudaron, por ejemplo, con la cartelería del acto o con la aportación de los cuadernos que se repartieron entre los asistentes.

La siguiente parada ya tiene fecha, hora y lugar. Será el 30 de este mes a partir de las 18.00 horas en la Escuela Municipal de Música Luis Aramburu. “Nos encanta esa idea de poder unir ilustración y sonidos”, dicen entusiasmados, sobre todo porque la posibilidad de acudir al espacio de la calle Correría nació del primer Dibupote gracias a una profesora del centro. “La recepción que nos han dado es inmejorable”, agradecen.

Más allá de esta fórmula, el colectivo también tiene la vista puesta en otras acciones, como el hecho de poder realizar tertulias y talleres. “Planes tenemos mil”, pero también tienen los pies en el suelo para saber que hay que construir poco a poco. De momento “la reacción que nos hemos encontrado tanto en Álava como fuera, a través de las redes sociales, es muy buena”. Quienes quieran ponerse en contacto pueden hacerlo a través de www.ilustrapados.org o de araba@ilustrapados.es.