gasteiz - Por segundo año consecutivo, el Servicio municipal de Cooperación al Desarrollo y Montehermoso han unido fuerzas para abordar, desde la mirada de la cultura y la creación artística, un determinado campo de acción del trabajo diario que llevan a cabo las ONG que realizan su labor en pro de los derechos humanos. En esta ocasión, la propuesta seleccionada, que ha sido apoyada con 18.000 euros, ha partido de la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD de Álava, que tomando como punto de partida la situación del pueblo saharaui plantea en el antiguo Depósito de Aguas una reflexión sobre la explotación por parte de Occidente de los recursos naturales de países donde se viven conflictos políticos y civiles sin preocuparse lo más mínimo de qué sucede en estos lugares.

De la mano de Pez Limbo, Alejandra Bueno, XabierXtRM, Aritz E. Murua, Patrike Belaza, Box.A ARtE Elkartea, GKo Gallery y Garikoitz C. Murua, la artista Amagoia Murua Zubiria plantea en el centro cultural una laberíntica instalación donde diversas disciplinas se ponen al servicio de un discurso de denuncia sobre una situación tan actual como conocida, pero no por ello puesta en valor por la sociedad.

En realidad, Tierra, cultura e identidad: Producto robado, que se podrá visitar hasta el 11 de enero, no trata de descubrir nada sino poner luz en situaciones que para la mayoría permanecen en la sombra. Mapamundis interactivos, supermercados anónimos, salones de estar de los años 70, salas de tortura para presos políticos... distintos ambientes y situaciones se recrean desde un punto de vista artístico para llevar al espectador un recorrido que quiere ser estimulante en lo formal al tiempo que comprometido y analítico en el fondo.

“Varios de los artistas son colaboradores o conocedores de la causa saharaui y eso ha facilitado el encuentro pero éste ha sido un trabajo de meses que nos ha costado bastante esfuerzo materializar, también gracias a la colaboración de mucha gente que ha aportado, por ejemplo, documentos o fotografías”, explican Idoia Landaluce, de Sahara Elkartea) y Murua Zubiria.

Sumando todos esos elementos, el antiguo Depósito de Aguas reclama tiempo para poder atender a toda la instalación y, a partir de ella, establecer, o eso es lo que busca el proyecto, los análisis pertinentes.