madrid - La hija de Mariló Montero y Carlos Herrera ha decidido desaparecer de las redes sociales. Después de que Vanitatis descubriera hace dos semanas que Rocío Herrera, de 20 años, hacía sus pinitos en el mundo de la moda, su popularidad creció para bien y para mal. Además de recibir infinidad de alabanzas por protagonizar la campaña publicitaria de la firma Biombo 13, Rocío se ha convertido en el punto de mira de los detractores de su madre, que no han cesado de avasallarla con críticas hacia la periodista.

Ella nunca había ocultado en su perfil de Twitter quién era su madre. De hecho, semanas antes de que se publicaran sus inicios primeros pasos como modelo, Rocío defendía a su madre con un contundente mensaje. “Ya está bien de tantísimas críticas, han llegado a un límite muy extremo. Nadie es perfecto. Basta ya de tanto linchar”, escribió la joven el día en que Mariló Montero se equivocó en la lectura de una carta enviada por la familia de Asunta Basterra. La eliminación de su cuenta de Twitter nace de que numerosos individuos anónimos se hayan dedicado a criticar y desacreditar a su madre y a presionar constantemente a Rocío sobre su vida privada. - DNA