Puede parecer, en un primer vistazo, una foto de prensa sin más. Varios operarios trabajan en la colocación de un semáforo en una calle de Vitoria a principios de los años 70. Pero José María Bastida Txapi está atento. Esa misma vía está hoy también de obras. Es la Avenida Gasteiz. En la instantánea de Arqué se ve la gasolinera que se retiró en 2008 pero no hay ni sombra ni del Europa ni de las viviendas que hoy dominan este espacio. La ciudad ha cambiado mucho, una transformación viva en estos momentos.

Esta instantánea es sólo un ejemplo. Desde hace un par de semanas, Montehermoso acoge la exposición que el Archivo Municipal de la capital alavesa ha dedicado a los amplios fondos que custodia y cuida de Arqué, el equipo que formaron Federico Arocena y Gregorio Querejazu. Es imposible mostrarlo todo. En total, la firma entregó a la ciudad unos 318.000 negativos resultantes de su actividad entre 1956 y 1975, testigos gráficos de unas décadas que, en muchos sentidos, dibujaron el paso de una urbe de 50.000 habitantes en lo que es hoy.

Hasta el 4 de mayo, la muestra estará abierta al público, pero a lo largo de este mes se han organizado además cinco visitas guiadas para las que Montehermoso y el Archivo han querido implicar a Txapi. "Me gustaría que la gente que venga se marche comprendiendo el mérito que tiene para la historia de la ciudad estas huellas gráficas, el testimonio que supone. Que entiendan, además, la transformación que hemos vivido porque en estas imágenes se ve lo desaparecido y los primeros tiempos de lo que ahora conocemos. Y sería interesante también que los fotógrafos de hoy entiendan que cuando hayan terminado su labor, los archivos que han generado no se queden olvidados, que hagan como Arqué y los donen a la ciudad porque para ella es muy importante guardar sus huellas", explica el músico, compositor, Celedón de Oro...

En total, se exponen en papel una veintena de imágenes a lo que hay que sumar el centenar de instantáneas que se muestran en un vídeo. Todas ellas sirven para viajar por las décadas de los años 50, 60 y 70, siendo la capital alavesa la gran protagonista pero incluyendo fotografías de otros lugares del territorio como pasa con Laguardia.

Para Txapi no va a ser su primera experiencia como guía de este tipo de visitas. Además, su relación con las fotografías que atestiguan el paso de los años por Gasteiz viene de lejos. Ya en Canal Gasteiz y en El Periódico de Álava se encargó de dirigir dos espacios en los que se iban recuperando distintas instantáneas para hablar del ayer y del hoy, de lo que fue y ha terminado siendo, experiencias que Bastida guarda en la memoria con cariño, sobre todo por la alta participación que muchos ciudadanos tuvieron con esas secciones. Y esa respuesta es esperable en esta ocasión, sin perder de vista también que todos aquellos vitorianos que ahora cuentan con 40 años o menos no conocieron esta ciudad de la que hablan las fotografías expuestas en Montehermoso.

Jóvenes y no tanto podrán, de su mano, acercarse a través de la imagen pero también de las palabras de Txapi al interior de una clase en el colegio Samaniego allá por 1956, o descubrir al maestro Luis Aramburu tocando en una boda, o ver aquellos (habituales) camiones empotrados en el puente del ferrocarril en Portal de Castilla, o viajar al primer Festival Internacional de Teatro.