madrid. El poeta, narrador y ensayista Félix Grande falleció ayer en Madrid a los 76 años a causa de un cáncer de páncreas, según confirmó la editorial Anaya. Numerosos autores lamentaron la pérdida del escritor que "convirtió la poesía en una casa de huéspedes", como señaló Juan Carlos Mestre.

Grande, cuya obra se ha traducido a doce idiomas, no solo se dedicó a las letras, sino que fue uno de los más importantes investigadores del flamenco, al que dedicó gran parte de su actividad en los últimos años como conferenciante. Nacido el 4 de febrero de 1937 en Mérida (Badajoz), vivió desde los 2 hasta los 20 años en Tomelloso (Ciudad Real), desde donde se trasladaría a Madrid, la ciudad en la que empezó a trabajar, en 1961, en la revista cultural Cuadernos Hispanoamericanos, donde permaneció durante 35 años, trece de ellos como director. Durante el periodo 1969-71 dirigió, además, la colección de libros El puente literario, de la editorial Edhasa, y en 1989 se ocupó de la revista de arte Galería. En 2012 publicó su última obra, el poemario Libro de familia, un género en el que comenzó en 1964 con Las piedras y por el que recibió el premio Adonais.

Luego siguieron Música amenazada (1966), Blanco Spirituals (1967), Taranto y Homenaje a César Vallejo (1971), Puedo escribir los versos más tristes esta noche y Biografía (1971), Años (1975), En secreto (1978), La noria (1986), Cuaderno (1993), Con buenas formas (1997), La canción de la Tierra (1998, y La memoria en llamas (2004). En novela firmó Las calles (1980), La balada del abuelo Palancas (2003) y los relatos Por ejemplo, doscientas (1968), Parábolas (1975), Lugar siniestro este mundo, caballeros (1980), Fábula (1991), Decepción (1994), El marido de Alicia (1995), Sobre el amor y la separación (1996), Té con pastas (2000).

Su obra en ensayo comenzó con Occidente, ficciones, yo (1968), a la que siguieron Apuntes sobre poesía española de posguerra (1970), Mi música es para esta gente (1975), Memoria del flamenco (1979), Elogio de la libertad (1984), Agenda flamenca (1985), Once artistas y un dios (1986), La calumnia (1987), García Lorca y el flamenco (1992), La vida breve (1985) y Paco de Lucía y Camarón de la Isla (1998). Escribió la obra de teatro Persecución (1978) y en su producción destacan textos mixtos como Grandes del flamenco (seis discos más antología, de 1981) o Poema de amor (con música de Paco de Lucía, de 1983).

En poesía obtuvo los premios Alcaraván(1962), Adonais (1963), Guipúzcoa (1965), Casa de las Américas (1967), Nacional (1978) y Manuel Alcántara (1996), y en narrativa, Eugenio D'Ors (1965), Gabriel Miró (1966), Barcarola (1989), Felipe Trigo (1994), y el Premio Extremadura a la Creación (2004). En ensayo obtuvo el Hidalgo y el Nacional de Flamencología (1980) y en 1997 fue nombrado miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Un año después, en 1998 y por votación popular coordinada desde la revista El Olivo, a la que enviaron su voto miles de estudiosos e interesados en el tema, fue proclamado el mejor escritor de temas flamencos.

Hijo adoptivo de la ciudad de San Roque (Cádiz), obtuvo en 2004 el Premio Nacional de las Letras Españolas. Grande, casado con la poeta Francisca Aguirre, impartió conferencias por la mayor parte de los países latinoamericanos, donde también ha sido conferenciante en materia de poesía y otros temas culturales.

"aprendiz de poeta" El bardo extremeño comentó en una entrevista a este periódico no ser "más que un aprendiz de poeta y un discípulo fracasado de Paco de Lucía". Y aun más, porque, en su opinión, "la poesía masificada podría provocar el narcisismo y la codicia de los poetas mediocres".

En otra entrevista, afirmó que el flamenco es "la canción protesta más importante, más irrompible y duradera que se ha inventado en castellano".