La marcha de los Magos puso punto final al ciclo navideño que se ha caracterizado por el escaso valor de las propuestas de consumo y habituales piezas de época del cuplé que sigue siendo pilares irrenunciables en la composición de las parrillas. Las horas televisuales navideñas concitan a millones de espectadores y en estas fechas pasadas en familia y hogar, los programadores ignoran de manera contumaz; la gran parroquia navideña ante el televisor es sólo carne de cañón adecuada para vender perfumes salteados con marca de coche o tradicional turrón. Las cadenas siguen mostrando un absoluto desprecio a los espectadores con sus minutos de consumo y programan en base a películas almacenadas o productos de fondo de armario que sacan a relucir a final de año, esperando al arranque del segundo tramo de la temporada que se abre con las rebajas de enero. En el primer mes del año, Mediaset, Atresmedia y Televisión Española vuelven a ponerse en la pole position competitiva para preparar el desarrollo del 2014 y tratar de mejorar ratios de ingresos y audiencias, que importan a los gestores de las cadenas y pasan desapercibidas para el resto del personal mareado de tanta cifra, tanto autobombo, tanta patraña numérica. Los programadores ofrecerán novedades y sorpresas, pasando de las cocinas a las pistas de baile, que serán rutilantes escenarios de grandes producciones. En esta jungla de productos y programas, debemos señalar la presencia de un programa, Zapeando, de sencilla estructura e inteligente dinámica que ha conseguido plantar pica en el Flandes, a base de comentario satírico y humorístico sobre elementos zapeados, gracias a las aportaciones de media docena de colaboradores que ponen sal y pimienta a los videos seleccionados y ya emitidos. Un programa que invita en el primer tramo de la tarde a la sonrisa y entretenimiento.