Madrid. ¿Cuáles son los momentos más significativos de su vida que ahora recuerda? ¿Cuáles han sido los momentos más difíciles?
En mi vida, como en la de los demás, ha habido buenos momentos que recuerdo con cariño y situaciones dramáticas que me evocan tristeza. Pero todas las ocasiones me han ayudado a ir forjando mi carácter y a aprender a solventar las situaciones más complicadas y a disfrutar de las positivas. Entre los mejores, el más significativo es el de la proclamación de mi padre como Rey de España. Asistí a ello cuando tenía 12 años. Hay también lugar en mi memoria para otras muchas buenas ocasiones como los años pasados con mi familia en casa, en viajes con mis amigas en el colegio; la emoción de ver a mis hermanos como abanderados olímpicos en Seúl y Barcelona, el terminar mis estudios universitarios, mi boda y el nacimiento de mis dos hijos. Lo más triste, el fallecimiento de mis abuelos. Y, entre los más difíciles, la decisión de divorciarme de Jaime.
¿Qué mensaje puede trasladar desde su experiencia como madre de dos niños y divorciada, como es el caso de muchas españolas?
Los padres debemos poner siempre todo el empeño posible en educar y formar a los hijos. Hay que ayudarles y a la vez darles la libertad suficiente para que generen oportunidades que les permitan crear su propia autonomía y que desarrollen su propia vida. La educación que intento transmitir a mis hijos no varía de la que me gustaría que tuviesen si no me hubiese divorciado.
¿Qué puede decir de su madre, la Reina, que ha cumplido recientemente 75 años?
He tenido la suerte de tener como madre a una señora con mayúsculas, tanto en su faceta de Reina como de madre y de mujer. Cada día es un ejemplo de saber hacer y estar. Como madre, nos ha educado en la tolerancia, en el respeto y en el cariño y siempre ha sido esa madre cercana, tanto a sus hijos como lo es ahora a sus nietos. Como mujer, su adaptación a las diferentes situaciones que se le plantean; su lucha por la mejora de las condiciones de las mujeres en numerosas comunidades y países, su apoyo incondicional para fomentar al máximo el desarrollo de las colectivos más necesitados de todo el mundo. Todo ello ha hecho que se convierta en un ejemplo.
¿Cómo ve el futuro de sus hijos?
Los veo como unos chicos más de su generación. Se esfuerzan en sus estudios, intentan desarrollar su personalidad y buscan sus propios límites, dentro del marco que les fijamos su padre y yo. Como he dicho antes, miro hacia el futuro con optimismo.
¿Se parece su vida actual a la que imaginaba tener cuando era niña?
En general, sí. Estoy muy contenta de tener a mi familia, de mantener muchos amigos desde mi época colegial, de la hípica, de la vela, del esquí y de haber podido añadir más a lo largo de estos años.