Vitoria. El año pasado, el Festival Internacional de Teatro de Vitoria y las asociaciones Zuzenak y Talur pusieron en marcha una nueva propuesta dentro de la programación del certamen para ofrecer al público un montaje escénico realizado por compañías compuestas por personas con discapacidades, bien físicas o intelectuales. El grupo Paladio, con la pieza Ulisea, fue el encargado de abrir un camino que en este 2013 va a dar un nuevo paso. Será el próximo día 29 en el Félix Petite.
La obra escogida en esta ocasión para cerrar la trigésimo octava edición del festival es Oniric, una producción de la compañía de Castellón Teatre Maset de Frater que se podrá ver a las 19.30 horas, un horario un tanto excepcional para el certamen porque después de la representación, que está previsto dure una hora, se realizará un coloquio con los presentes. Las entradas están a la venta por un precio simbólico de tres euros, otro aliciente más para que la respuesta de los espectadores sea un tanto diferente a la de hace doce meses.
"No es una obra con personas discapacitadas, es un montaje más del Festival de Teatro", afirmó ayer Mikel Arrikagoitia, coordinador de esta propuesta impulsada por Zuzenak y Talur, agrupaciones que tienen claro que la apuesta tiene que continuar en años venideros puesto que "el beneficio para todos son importantes", apuntó Amaia González Ruiz de Apodaka.
El trabajo gestual y el juego con los elementos sonoros y visuales se encuentran en la base de Oniric, un viaje por las emociones que de manera poética plasma sobre las tablas los sueños de una chica, ilusiones donde parte de su familia aparece caracterizada de payasos para recrear, a su modo, situaciones cotidianas. El montaje está pensado para un público amplio, sin límites de edad.
Bajo la dirección de Tino Pons, un grupo de 14 intérpretes dan forma y fondo a esta propuesta, siendo la mitad actores y actrices con algún tipo de discapacidad. La integración es total sobre el escenario, un espejo en el que la sociedad debería reflejarse aunque la realidad diga otra cosa. De todas formas, como bien remarcaron ayer los impulsores locales de la iniciativa, la representación tiene que ser vista sin filtros, sino como cualquier otra propuesta de las que programa la Red Municipal de Teatros, cuya responsable, Marta Monfort, comprometió su apoyo futuro al proyecto.
La sesión, y su posterior coloquio, serán también una magnífica oportunidad para conocer de primera mano el proyecto que desarrolla Teatre Maset de Frater, una "experiencia creativa e integradora, como se define el propio grupo, que empezó su andadura en 1997. "La magia del teatro es una necesidad, una forma de expresar nuestro interior a través de sensaciones, emociones, sentimientos e ideas, fruto de un proceso colectivo de investigación, de ir descubriendo todas nuestras posibilidades, por encima de la limitación o fragilidad".