oviedo. El director y guionista de cine austriaco Michael Haneke, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2013, dejó claro ayer que nunca va a dirigir una película de acción. "Nunca lo haré, porque rechazo ese tipo de cine contribuye a atontar al público". Haneke se pronucnió en estos términos, a preguntas de los periodistas, en la rueda de prensa oficial ofrecida en Oviedo con motivo del galardón. El director de Amourtampoco se ve haciendo comedias, a pesar de que ha reconocido que se lo llegó a pedir su abuela. "No se pueden pedir peras al olmo", dijo el cineasta.

Las motivaciones para realizar una película por parte de Haneke pasan, según ha dicho por detectar asuntos que le cabrean o le entristecen. "Y ahí es a donde voy", ha señalado, aunque no ha querido revelar nada acerca de una posible próxima película porque suele cambiar mucho y luego tiene que desdecirse. "Por eso prefiero no decir nada", ha indicado.

Preguntado sobre su fama de provocador, por la temática de sus películas, ha dicho que "poner etiquetas" no es labor suya y sí quizás de los periodistas. "No hago películas para provocar", ha manifestado, y ha explicado que lo que hace con sus trabajos es describir la realidad "por encima de la superficie".

Conciso y contundente en sus respuestas, el autor de filmes como La pianista y La cinta blanca ha rechazado que el tratamiento que hace de la violencia en sus películas sea peligroso, al limitarse a describir la realidad. "La violencia hay que presentarla de forma fría y distante, porque muchas veces se presenta como un artículo de consumo", ha señalado. En ese sentido ha lamentado que con algunas películas la gente "disfrute" con la violencia. "Yo lo que intento es presentar esa realidad para que les dé asco a los espectadores", ha subrayado. Lo que busca, precisamente, es dar la vuelta a esa actitud que mantiene ese público que consume ávidamente violencia. "Normalmente, en el cine en general la violencia se presenta como algo atractivo; eso es lo que me parece peligroso", ha querido dejar claro.

Haneke no ha querido pronunciarse sobre temas de actualidad, ajenos al cine, como la polémica suscitada por el funeral del nazi Erich Priebke. "Estoy aquí como director de cine, esa es una cuestión política y no voy a opinar", ha zanjado. Sí ha admitido que el cine en las salas parece condenado a la desaparición, con la irrupción de Internet y sistemas de 'cine en casa'. "Lo que no sé es lo rápido que será ese proceso de desaparición", ha indicado, para añadir a continuación que la sensación del público ante una gran pantalla sigue siendo única.

Haneke es el sexto galardonado con el Premio de las Artes procedente del mundo del cine.