bruselas. La supuesta hija ilegítima del rey Alberto de Bélgica, Delphine Boël, presentó ayer formalmente ante un tribunal de Bruselas un nuevo procedimiento para probar su parentesco aprovechando la abdicación del monarca y la consecuente pérdida de la inviolabilidad de la que disfrutaba. La demanda de Boël tiene una doble vía: por un lado rebatir la paternidad de Jacques Boël, su padre legal, y por otro lograr el reconocimiento de la de Alberto II.

El tribunal ha fijado el 7 de julio del próximo año como fecha límite para el intercambio de conclusiones entre las partes, que comparecerán ante el juez en septiembre, según la Agencia Belga. A priori, en el proceso será fundamental la actitud del padre legal de Boël, pues su paternidad debe ser discutida antes de poder iniciar el reconocimiento de la del ex jefe de Estado. Este nuevo procedimiento tiene en cuenta la pérdida de la inviolabilidad del rey, lo que llevó a Boël a paralizar otro proceso que había iniciado en junio pasado, cuando Alberto II aún no había cedido el testigo a su hijo Felipe. En aquel primer intento, la supuesta hija ilegítima del monarca había pedido someter a pruebas de ADN tanto a Alberto como a sus hijos reconocidos.

El domingo, el abogado del príncipe Laurent, el tercero de los hijos del rey, aseguró que éste está dispuesto a someterse a ese test. Alberto II nunca ha reconocido la paternidad de Boël, nacida en 1968 y supuestamente fruto de una relación del rey con la baronesa Sybille Selys de Longchamps. Su existencia salió a la luz en 1999 como consecuencia de la publicación de una biografía no autorizada de la reina Paola. En las últimas semanas Selys de Longchamps ha apoyado las demandas de su hija y ha detallado la relación que mantuvo durante años con el rey, asegurando que Alberto y la reina Paola estuvieron en dos ocasiones al borde del divorcio, en 1969 y 1976.

serie de televisión De forma paralela al culebrón real, millones de telespectadores belgas vivieron en la noche del domingo un acontecimiento inédito: el estreno de la serie de televisión Alberto II centrada en la vida del ex monarca. Sin embargo, antes de que se levanten ampollas, los autores quisieron dejar claro que se trata de "pura ficción", con un toque novelesco. Según explicó el director de la serie, Frank van Mechelen, el mayor reto fue retratar a la familia real de Bélgica "como personas de carne y hueso. Aparecen como una familia con problemas... Claro que hemos contado con expertos que nos han asesorado sobre la Casa Real... pero en lo que respecta a las relaciones humanas, la serie Alberto II es una ficción y, en ese sentido, nos hemos permitido alguna que otra libertad", aseguró en entrevista con el semanario flamenco Knack.