Bilbao

Un thriller en las calles de Bilbao, una comedia romántica en Donostia o un drama social en Gasteiz. Cualquier lugar de la geografía vasca representa un escenario "alucinante" para rodar, en opinión del cineasta Borja Cobeaga (Donostia, 1977). "Cuando ruedas en exteriores es fácil sentirte un estorbo, porque movilizas una gran infraestructura -explica-, pero en Euskadi siempre me he sentido muy arropado por la gente".

El guion que firma junto con Diego San José, titulado Ocho apellidos vascos, acaba de iniciar su rodaje y cuenta con varias localizaciones en Euskadi, como Donostia, Zumaia o Zarautz, entre otras. "En el guion nos inventamos un pueblo costero vasco, formado por varios lugares, aunque reconozco que tenía en mente a Ispaster cuando concebí este lugar", desvela Cobeaga.

Esta comedia tiene como protagonistas a Rafa, un "señorito andaluz" interpretado por el humorista malagueño Dani Rovira -este será su primer largometraje-, y Amaia, una vasca a la que da vida la actriz madrileña Clara Lago. "Hicieron varias pruebas y, por encima de que la intérprete fuera vasca o no, lo que más se valoró fue la vis cómica, y a mí Clara Lago me parece una actriz muy graciosa", comenta.

Respecto a Rovira, confía en que su elección será un acierto, pues él mismo es partidario de incorporar en sus películas a "quienes no han hecho cine antes pero son buenos comediantes".

Dirigido por Emilio Martínez-Lázaro (El otro lado de la cama, Las trece rosas, etc.), y producido por La Zona y Kowalski Films para Telecinco Cinema, este filme sigue el esquema de chico encuentra chica -en la Feria de Sevilla, para más señas-, y éste se lanza a la conquista de ella.

El periplo de la Sevilla más urbanita a un pueblo de la "Euskadi profunda" no estará exento de situaciones hilarantes -el audaz señorito se intentará hacer pasar por vasco-, que inevitablemente evocarán al estilo del programa de humor de ETB, Vaya Semanita, espacio que Cobeaga dirigió en 2003. "Diego y yo no podemos desprendernos de Vaya Semanita, es un referente", reconoce.

Cuenta el director vasco que cuando recibieron el encargo de escribir un guion de comedia regional, "el contraste entre andaluces y vascos", reflejado en la pareja de Rafa y Amaia, es lo que más gracia les hizo. Admite que el argumento de la cinta es similar al de "la típica comedia norteamericana", y cita como ejemplo a Los padres de ella.

Tampoco es necesario irse hasta Hollywood en busca de inspiración. Solo hay que recordar aquella boda celebrada en Donostia en octubre del pasado año, en la que tuvo que intervenir la Ertzaintza porque las familias de los recién casados, al parecer muy vasca una y muy vallisoletana la otra, se enzarzaron en una calurosa trifulca en pleno banquete. "La verdad es que aquello parecía un sketch de Vaya Semanita -afirma Cobeaga entre risas-, recuerdo que los productores de Ocho apellidos vascos comentaron cuando se hicieron eco de esta noticia: ¡Pero si parece la segunda parte de la película!".

El reparto lo completan el actor alavés Karra Elejalde, que encarna a Koldo, el temido padre de Amaia, quien otorga "una gran importancia a que el novio de su hija tenga los ocho apellidos vascos de rigor"; y Carmen Machi, que interpreta a Merche, una extremeña asentada en Euskadi que ayudará a Rafa en su particular proceso de vasquización. "Machi creo que fue de las primeras en aceptar el papel, y cuando conocí que Elejalde interpretaría a Koldo fue una gozada, porque hacía tiempo que quería trabajar con él. No se me ocurren mejores actores para sendos personajes", asegura.

El estreno de esta película está previsto para 2014. Hasta entonces, Cobeaga promete que no "cotilleará" en el rodaje ni en la posproducción de la misma, pues confía en el buen hacer del director Emilio Martínez-Lázaro -"estoy convencido de que exprimirá el guion"-, y añade: "Estar en un rodaje en el que no tienes nada que hacer es lo más horrible del mundo", confiesa.

de Tontos y estúpidos Mientras el equipo de Ocho apellidos vascos inicia su grabación, el de Los tontos y los estúpidos acaba de concluirlo y se halla en fase de posproducción. Se trata del segundo largometraje del cineasta y promotor del festival Zinegoak de Bilbao, Roberto Castón (A Coruña, 1973). Aunque la película se ha rodado casi en su totalidad en los premiados estudios Reyes Abades de Madrid, las escenas de exterior se han rodado en los alrededores de Bilbao. No es casualidad, ya que la productora bilbaína Bitart New Media produce esta cinta. "No quería rodar el exterior real del plató donde se ha grabado la película; ahí reside la magia del cine, en unir dos lugares distintos y crear un único escenario", comenta el cineasta.

Esta no es la primera vez que elige la capital vizcaína como uno de los escenarios para sus tramas, ejemplo de ello es el cortometraje Me siento culpable/Errudun senti-tzen naiz (2011). "Bilbao es una ciudad muy fotogénica y cinematográfica", sostiene.

Los tontos y los estúpidos es una tragicomedia coral, que reflexiona sobre la toma decisiones equivocadas, y de cómo los personajes engañan y se engañan a sí mismos. Todo ello representado de una forma muy particular: los actores hacen las veces de actores, que se reúnen en un plató alrededor de una mesa, a las órdenes del director (interpretado por Roberto Álamo). "Es una metapelícula, esto es, cine dentro del cine, para mostrar lo que éste es: una ilusión de la realidad, el gran engaño", aclara Castón.

decidirse a cambiar En palabras del productor Fernando Díez, algunos personajes (se) engañarán y aparentarán "para que todo cambie y al final todo siga igual; otros, en cambio, se hartarán de tanta mentira y apostarán su felicidad a una sola carta. Y es que no es lo mismo ser tonto que ser estúpido". El director de esta cinta agrega: "Mientras algunos personajes toman decisiones a sabiendas de que éstas son erróneas y que no les van a reportar ningún beneficio vital (estúpidos); otros, quizá no sean muy conscientes de las consecuencias de su acción, pero lo hacen porque creen que mejorarán su situación (tontos)".

El autor de Ander (2009) comenta que su intención es estrenar el nuevo filme en octubre, con el objetivo de moverla por el circuito de festivales -como realizó con éxito en el caso de Ander-. Castón confía en que esta historia de vidas cruzadas y de personajes que en su búsqueda del amor "pueden llegar a sentirse estúpidos" -o tontos-, "dará que hablar", asevera.