barcelona. El cineasta Joaquim Oristrell firma y dirige a partir del 3 de julio, dentro de la programación del festival Grec, Tots fem comèdia (Todos hacemos comedia) un espectáculo teatral con una escenografía realizada en 3D que gira en torno al miedo de perder el lugar en la vida.
Comedia ácida con canciones en directo, la obra mezcla cine y teatro y se representará del 3 al 28 de julio en el Teatro Poliorama, interpretada por Jordi Bosch, Ferran Rañé, Peter Vives y Nausicaa Bonnín. Hombre de teatro que ha hecho más cine y televisión aunque tiene alma artesana, según indicó ayer Ramón Simó, director artístico del Grec, Oristrell explica una realidad contemporánea de dos jóvenes que no tienen trabajo y sus padres tampoco. A punto de cumplir los sesenta años, Oristrell presentó su espectáculo como una oportunidad de explicar el paso del tiempo y la lucha de generaciones.
Bosch y Rañé son un director y un guionista de cine que, tras treinta años de profesión y media docena de películas de gran éxito comercial, no encuentran ningún productor que apueste por ellos. Convencidos de que tienen la mejor comedia de su vida, deciden levantar el proyecto presentándolo como si fuera una creación de sus hijos. Mientras intentan ese plan descabellado, repasan su carrera, su amistad y su relación con la mujer que los ha amado, papel que interpreta Nausicaa Bonnín. Oristrell señaló que la historia no es autobiográfica pero "tiene que ver con la crisis del cine y momentos que fueron mejores y una actualidad en la que hay que dejar espacio a los jóvenes, de eso respira la obra".
El director, en este caso teatral, recalcó que el elemento musical, con autoría de Joan Vives, no abandona el espectáculo y los actores cantan y hasta bailan, acompañados al piano.
Fotografías, audiovisuales y el 3D de Daniel Escalé forman el único decorado del espectáculo, lo que supone presentar "toda la escenografía proyectada y emplear más técnicos que actores", según Toni Albadalejo, coproductor de la obra. Una docena de elementos escenográficos proyectados sitúan la acción en una estación de metro, un bar, una cocina o un restaurante japonés con unos tiburones que nadan en un acuario.