madrid. "No se puede cantar y bailar a la vez. Es imposible", aseguró recientemente la cantante mallorquina María del Mar Bonet, que ve a Lady Gaga "como a esas muñequitas que le ponía un vestido y luego otro". La cantautora, que en su último disco homenajea al poeta Bartomeu Roselló-Porcel, afirmó recientemente que la nueva diva del pop tiene más que ver "con ese mundo de música más comercial, que se les exige que sean buenos actores y que bailen muy bien".
"La gente se lo come todo, ve a un cantante en escena que baila muy bien y cree que está cantando: mentira, no se puede cantar y bailar a la vez, es imposible", subrayó convencida la intérprete. Bonet reconoció que, como cualquier artista, ha vivido momentos en su carrera en los que un editor le ha dicho "que haga esto o que haga lo otro", y aseguró que es en ese momento cuando "tienes que decidir si continuar con una editora que marque tu carrera, o que la marques tú".
Con más de 45 años en los escenarios, la intérprete tiene claro que su música "puede llegar a todo el mundo y a todas las edades". "Lo de las minorías no lo entiendo como tal porque la música la puede escuchar cualquiera en cualquier momento y, de repente, te oye gente que no es tan minoría como creías", señaló.
honoris causa Reconocida como una de las voces más impresionantes y relevantes de la "nova canço", entre sus grandes éxitos destaca su actuación en el Olympia de París en 1975, donde grabó en directo "María del Mar Bonet a L'Olympia". En octubre de 2009 fue investida doctora honoris causa por la Universidad de Lleida (UdL) y entre sus galardones destaca la Medalla de Oro a las Bellas Artes 2010.
Sobre su paisano Bartomeu Rosselló, al que dedica su último disco, Fira Encesa, admitió que puede haber una vibración compartida con ese poeta al que no ha dejado de evocar en toda su carrera. "Nunca he dejado de cantar a Roselló", afirmó, y lamentó que muriera "tan joven", con 25 años. "Creo que he dado una parte de mi misma a este poeta cantándole". En cuanto al futuro, la artista asegura que no se pone plazos. "Mi quehacer artístico va a durar lo que tenga que durar, no me he puesto un fin, ni un plazo concreto para dejarlo. Esto va a durar hasta que me aburra de grabar discos y hacer conciertos, y para eso falta mucho".