cannes. El francés Fraçois Ozon abrió ayer la sección oficial de Cannes con la decepcionante Jeune et Jolie, cinta pretenciosa sobre una adolescente que busca su camino en la prostitución y con la que el realizador ha querido mostrar lo "dolorosa y difícil" que es la adolescencia.
"Tras En la casa, en la que trabajé con dos chicos, tenía el deseo de trabajar con una adolescente", y de ahí partió la idea de escribir la película, explicó Ozon acompañado de Marine Vacth, todo un descubrimiento y, sin duda, lo mejor del filme. Aunque al final del primer pase de prensa hubo aplausos, también hubo risas durante algunos de los momentos más dramáticos de la narración. Jeune et Jolie es una historia triste y dramática de la que Ozon se ha querido distanciar para que el espectador saque sus propias conclusiones pero también para demostrar que hay muchas más cosas detrás de los personajes. El objetivo era "dejar agujeros, no contarlo todo". "Esa joven es un misterio y quería compartir ese misterio" con los espectadores, indicó Ozon. Sofía Coppola inauguró Una cierta mirada con el estreno mundial de The Bling Ring, con la que se acerca a la fascinación que provoca la fama. Basada en la historia real de un grupo de adolescentes que por idolatría y materialismo consigue entrar en casas de famosos y robar, la directora pasa de la soledad de las estrellas retratada en Somewhere para mostrar lo atractivo que sigue resultando ese mundo para quien aspira al aura de opulencia reflejada en los medios. Coppola aseguró que esos excesos no le resultan cercanos y que le apetecía contar lo sucedido desde la perspectiva de sus protagonistas. Paris Hilton, Orlando Bloom o Lindsay Lohan fueron algunas de las víctimas reales de ese grupo, que en un año acumuló más de 3 millones de euros en objetos de lujo, y Emma Watson encabeza el reparto.
Por su parte, el mexicano Amat Escalante, provocó con Heli, la única película de habla hispana en competición (Una cierta mirada), reacciones encontradas por la violencia de la historia y lo explícito de algunas escenas. A sus 12 años, Estela tiene como novio a un agente de la policía que se implica en un robo de droga. Y las consecuencias las pagan tanto ellos como la familia de esa niña, con un castigo brutal que el filme retrata sin contemplaciones.