MADRID. Este trabajo es un pasó más en la trayectoria de Ascunce, que alcanzó fama con cierta rapidez a través de su irónico y jocoso blog 'Cómo no ser una drama mamá', que pronto tuvo su exitosa versión en forma de libro con el mismo título editado por Planeta. Esta misma editorial es la que le propuso ahondar en esa relación entre madre e hija encerrando a ambas en la cocina, un lugar en el que poco o nunca habían coincidido en algo más de tres décadas.

"Iba a tener la mejor excusa del mundo para reírnos, y una editorial la iba a encuadernar, le iba a poner tapas, y en la biblioteca nacional tendría un volumen en el que mi madre, Concha, la drama mamá, me enseñaba que el aciete justo para un gazpacho es la clave para que salga rico", bromea la autora.

Partiendo de frustrados intentos anteriores en el arte culinario, Ascunce relata cómo intenta hacer una tortilla de patatas sin aceite de oliva, utilizando mantequilla en su lugar. "Si dice cuatro horas en el frigorífico, pues está claro, dos en el congelador y listo", reflexiona la autora en otro delirante episodio culinario.

Sin embargo, entre la hija y la madre finalmente son capaces de presentar una veintena de recetas de la gastronomía popular navarra, como mejillones al vapor, pochas, bizcocho de yogur y limón, cochinillo, ajoarriero, canutillos rellenos de crema, lacón con pimentón, vainas, pollo con cebolla o merluza estilo Orio.