Como en Alicia en el país de las maravillas, ella se asoma a un mundo que no es el real... o sí. Al otro lado del espejo, pasan cosas. Se toma un momento, un respiro, un instante, a través de una sustancia... Un proceso que tiene un testigo, un narrador que va conduciendo a quien lo quiera escuchar por un sueño que a veces se muestra placentero y otras se convierte en pesadilla. Es Topo Hans quien lo cuenta, quien lo canta, quien lo compone. Es Trance el título bajo el que se esconde esa otra dimensión.

Así se llama el nuevo disco en solitario del artista gasteiztarra, que vuelve a la carga tras la disolución de Triple Combo con una nueva propuesta que desde el pasado 1 de abril es ya una realidad que aunque no existirá en formato físico se puede descargar de manera gratuita en Internet. "Cuando haces Cd ves que se van perdiendo, que la gente los mete en el ordenador o en el móvil o donde sea para escucharlos; la otra fórmula nos ha ido bien en anteriores ocasiones y veremos qué tal ahora", dice Iván Sanfélix, su otro nombre.

Es el momento de encontrarse con el público, con aquellos que le siguen la pista desde hace años (su primer trabajo en solitario, De Vitoria al cielo, vio la luz hace ya casi una década) y con los que se quieran incorporar. Atrás queda un año y medio de composición, de darle la vuelta a muchas cosas para crear este mundo surrealista. También, las semanas de trabajo, a principios de este mismo 2013, en los vitorianos MildeJabo Estudios junto a Álvaro Guinea y Zincomentarios, un proceso de grabación donde Topo Hans ha querido estar rodeado de no pocas colaboraciones como las de Mónica Boneco, Olaso de Jabo Milenario, Bawer de la ETC, Dj Vieltán de Doltto Soldiers...

"Suena a sueño", dice al hablar de Trance. "Lo hemos ambientado de forma que no hay parón entre tema y tema. Empezamos con una determinada situación, entras en trance y vas una canción tras otra hablando de cuestiones sociales, políticas, vitales... No quiero hacer apología de nada, sino mostrar cómo veo yo las cosas. Es como una historia. Es meter al que está escuchando en un mundo surrealista", que en tiene mucho de real en algunos temas.

A partir de ahí, cada uno decidirá, pero Iván lo tiene claro: "estoy contento porque la verdad es que el trabajo ha quedado bastante bien, dentro de que esto depende también de las limitaciones económicas y de medios. Ha quedado un sonido muy profesional, con letras con mucha ironía, y un álbum con mucho ritmo, que al final es de que lo que se trata", aunque admite que además el álbum presenta un Topo Hans "que, aunque sigo siendo el mismo, tal vez he madurado más en las canciones y en las letras".

Hip hop, por supuesto. Reggae, también. Pero además, se han querido introducir otras variables, momentos un poco más funk, guitarras de blues... "Me gusto mucho mezclar porque, para empezar, suelo escuchar de todo y quedarme con lo que me pueda interesar".

Ahora queda esperar a la respuesta. Y seguro que es inmediata. Pero Iván quiere tomarse las cosas con un poco de tranquilidad antes de volver al escenario. Es lo bueno, y lo malo, de ir en solitario, la decisión es de uno mismo. Así lo piensa y por eso está a la espera de cerrar las primeras actuaciones, a pesar de que sabe que serán especiales porque el disco "puede dar mucho juego. El ser tan surrealista te da la libertad de hacer muchas cosas que quizá en un concierto normal no te las planteas. Con un poco de imaginación, preparación y creatividad se pueden hacer muchas cosas", avanza.

Eso será dentro de poco. Por ahora, el álbum espera a ser descargado, descubierto, disfrutado, soñado. Entrar en Trance y dejarse llevar. "Unos temas son más de pesadilla, otros son sueños más tranquilos". Sólo hay que cerrar los ojos y abrir bien los oídos.