madrid. En 2012, la literatura infantil y juvenil en España, de la que hoy se celebrar su día internacional, mantiene prácticamente los datos del año anterior, con una caída de las ventas del 7% (un 6% en 2011), mientras que el sector en su conjunto muestra un decrecimiento más marcado (8% en 2012, frente al 3% en 2011), según se desprende del último Anuario Iberoamericano sobre el Libro Infantil y Juvenil 2013, publicado por la Fundación SM.

En cuanto a las novedades, cabe destacar que el alto número de libros presentados hace que se conviertan automáticamente en rivales de títulos publicados apenas meses atrás. El año pasado no faltaron las historias de vampiros y hombres lobo, relatos de épocas pretéritas, críticas de la realidad social, thrillers y libros de aventuras. Por otra parte, en España se publicaron 15.255 libros en formato digital, lo que representa un 23% del total de títulos editados en todos los formatos entre enero y septiembre de 2012, según datos de la agencia del ISBN.

Resistencia La Literatura Infantil y Juvenil representa este año un 14,8% de los títulos editados en el conjunto del sector en España, frente al 15,5% de 2010 (-0,8% frente al total del sector). Así, en 2011, solo se han reducido un 1,2% los ejemplares editados (53,1 millones) continuando la tendencia desde que en 2006 se obtuviese el máximo (60 millones), lo que supone un descenso del 11,5% en estos últimos cinco años. En relación a la producción, la industria sigue enfrascada en la revolución digital, pero sigue siendo mayoritariamente en papel. El libro electrónico avanza pero muy lentamente. La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) estima en un 22% el aumento de la edición digital en el primer semestre de 2012 (de 46.640 títulos publicados, 10.121 fueron digitales). En cuanto a los temas más recurrentes, si en 2011 se apreciaba un cierto cambio de tendencias del fantasy al realismo, el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil otorgado a Laura Gallego por Donde los árboles cantan (SM), ha devuelto el protagonismo a un género que parecía agotarse, pero que se resiste a desaparecer. Prueba de ello ha sido también otros dos best sellers: Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin, y Los juegos del hambre, de Suzanne Collins. La celebración de los bicentenarios de los famosos cuentos de los Hermanos Grimm y Charles Dickens ha favorecido asimismo la edición de nuevas versiones. Las novelas de aventuras, el regreso de Manolito Gafotas, los alegatos contra la guerra, como en El festín de la muerte, de Jesús Díez de Palma (Premio Gran Angular 2012), la ampliación a otros géneros minoritarios -como la poesía, el teatro, la biografía y la filosofía- y la publicación de Mis (primeros) 400 libros (SM) han sido otras de las novedades más destacadas en el sector durante 2012.

Hábitos de lectura y compra Según el estudio sobre los Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2011 -publicado por la FGEE-, casi la totalidad de la población española (90,4%) de más de 14 años reconoce leer en papel o digital al menos una vez al trimestre. Por género y edad, se evidencia cómo los hombres representan un mayor hábito lector, especialmente por la lectura de periódicos, mientras que las mujeres se concentran en mayor medida en los libros y revistas. El 98,5% de los lectores más jóvenes (14-24 años) son los que presentan hábitos lectores más frecuentes. El 82,9% de los lectores menores de 14 años reconocen leer tanto por estudios como en su tiempo libre, bajando a un 17,1% entre aquellos que solo leen por los estudios. En cuanto a la actividad lectora en soporte digital, es ya más de la mitad de la población mayor de 14 años la que lee en este formato: en concreto, un 52,7%, mientras que algo más de la mitad (53,4%) manifiesta no leer nunca o casi nunca en soporte digital. Respecto al modo de adquisición de los libros en formato digital, cabe destacar como la amplia mayoría consigue el producto de manera gratuita: un 73,1% los descargan desde Internet, mientras que en un 37,3% de los casos se consiguen a través de amigos/familiares. De esta manera, apenas en un 36,9% de los casos los consumidores declaran pagar los libros a través de descargas. La compra de libros sigue manteniendo unas cifras más que aceptables, sosteniendo el pequeño crecimiento que se viene observando desde 2009. En concreto, durante 2011 se recoge la cifra más alta de estos últimos años, situándose el porcentaje de entrevistados que han adquirido un libro en los últimos 12 meses en un 57,3%.