Vitoria. Una cosa son los hechos históricos, que tampoco es que tengan que ser tomados como verdades absolutas pues en todo relato hay interés, y otra las vivencias de aquellos que fueron sus protagonistas, ya sean principales o secundarios. Vitoria mira en este 2013 a lo que aconteció hace 200 años, a esa batalla denominada de la Independencia que Ortzai, recuperando una idea que en la cabeza de Iker Ortiz de Zárate empezó a brotar hace ya unos años, quiere abordar de manera diferente.
La compañía alavesa está a punto de comenzar los ensayos de Vittoria, un drama escrito por el fundador y director del grupo que pone la mirada en la azarosa vida de María Pilar de Acedo y Sarriá, la marquesa de Montehermoso. "Es una mujer fascinante y sin embargo su historia nunca ha sido recreada, algo sorprendente", explica Ortiz de Zárate a la hora de afrontar un reto que se representará en la sede de la formación a lo largo del verano, aunque existe el propósito de hacer coincidir el estreno con el mes de junio.
A partir de la documentación existente sobre la época y su figura, Ortzai quiere revivir, llenando los huecos que la historia oficial no cuenta, a esta mujer tolosarra que siendo una niña fue desposada con Ortuño María de Aguirre Zuazo y del Corral, marqués de Montehermoso. Su vida en la capital alavesa, su formación ilustrada, su don para los idiomas, su carácter abierto a las artes y sus relaciones fuera del matrimonio, sobre todo con José Bonaparte, son el foco de atención de este acercamiento "que no pretende juzgar a nadie ni a nada".
Mientras la compañía busca financiación pública pero también privada para llevar a cabo esta ambiciosa producción, se van ultimando los detalles de un texto que también quiere estrenarse en Francia. "Queremos aportar otra visión, hablar del amor, de las relaciones personales, de la mujer, de los sueños, de las derrotas y hacerlo en paralelo a los hechos bélicos; es la intrahistoria de la historia".
De hecho, la intención del grupo es poder arropar las representaciones con actividades paralelas, como conferencias, que sirvan para acercarse a las personas de aquella Gasteiz de 1813. "Nuestro patrimonio histórico es algo que debe ser una apuesta, entre otras cosas porque, como se verá en la obra, hay temáticas como las relaciones de poder, que hoy siguen vigentes y que demuestran lo poco que, en realidad, hemos evolucionado".
Poco a poco, Vittoria va tomando su forma final, la que el público podrá disfrutar en unos pocos meses desde otra perspectiva.