Ir y venir en casi un suspiro. Y es que hoy, a la tarde, la fiesta tendrá su continuidad en el Ayuntamiento de Gasteiz con una recepción especial para los componentes de Teatro Paraíso tras conseguir el Premio Nacional de las Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2012. Eso sí, el grupo de Abetxuko sabe que, ahora más que nunca, este galardón tiene un significado que abarca a toda la comunidad cultural del territorio, la misma que tantas penurias pasa, precisamente, por las decisiones políticas y sus recortes. Por eso, porque la compañía ha querido remarcar la importancia de caminar juntos, como ella lo ha hecho y hace con las administraciones más cercanas, y los beneficios que conlleva el apoyo entre lo privado y lo público, ayer a Madrid, los representantes de la formación nacida en 1976 quisieron llevar como invitados al Consistorio, la Diputación y el Gobierno Vasco, aunque en este último caso una superficial y banal excusa sirvió para ausentarse.
En un acto en el que se entregaron unos 50 galardones correspondientes a 2011 y 2012 y que se llevó a cabo en el Palacio de El Pardo, las decenas de personas que a lo largo de 40 años han hecho posible el sueño de Paraíso y los miles de espectadores que en distintos países han compartido sus espectáculos y propuestas estuvieron representados por los dos directores artísticos de la compañía alavesa, Tomás Fernández Alonso y Rosa Ángela García, y por su coordinadora, una Pilar López que, además, fue la encargada de tener, por fin, entre las manos un galardón concedido, en realidad, el pasado 8 de noviembre. Junto a ellos, la concejal de Cultura, Encina Serrano, y la diputada del mismo área, Iciar Lamarain.
Además, el grupo de Abetxuko compartió varios momentos con otro de los galardonados, la editorial gallega Kalandraka, con quien Paraíso mantiene una muy buena y estrecha relación desde hace años y que también recibió ayer el Nacional a la Mejor Labor Editorial.
Como suele ser habitual otros años, y ante el número de premiados, los representantes de la formación gasteiztarra no pudieron realizar ningún discurso. En nombre de los galardonados dio las gracias el narrador Marcos Giralt, quien pidió al Estado que vele por los cientos de familias "arrojadas con sus enseres a la marginalidad", tras señalar que reivindicar la importancia de la cultura le da "cierta vergüenza" cuando en España están en cuestión derechos básicos "por la codicia de unos y la complicidad de otros".
Y es que, como sucedió en la pasada edición de los Goya, el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, tuvo que volver a escuchar una buena ración de reproches por los ajustes económicos de su Gobierno, aunque él prefirió asegurar ante los distinguidos que "sois la muestra de que el genio creativo español no se detiene, sino que en tiempos y circunstancias tan difíciles como las que estamos atravesando, se hace más agudo y combativo". Así se expresó en una entrega de premios presidida por los Príncipes de Asturias y en la que también se reconoció la labor, dentro de distintos campos, de la actriz Blanca Portillo, el director Agustí Villaronga, el diseñador de zapatos Manolo Blahnik, la filósofa Victoria Camps, el humorista gráfico Andrés Rábago El Roto, el ilustrador Emilio Urberuaga, el fotógrafo Joan Fontcuberta, el músico Santiago Auserón y, entre otros, el escultor Jaume Plensa, que ha donado la dotación del premio al Banco de Alimentos de Barcelona.
Y es que el Nacional, en el caso de Paraíso, también trae consigo 30.000 euros que, como ya contó este periódico, ya tienen varios dueños, todos ellos compañeros de viaje en este mundo de las artes escénicas y de la cultura de la agrupación nacida en torno al colegio Inmaculada Concepción.
Ha llovido lo suyo desde entonces. Aquellos adolescentes son hoy una compañía profesional que ya tiene en sus vitrinas el mayor reconocimiento que pueden conseguir a sus 37 años de trabajo. Un Nacional de las Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud que no pone el punto final a nada, pero sí una sabrosa guinda al pastel.