madrid. Helen Hunt se convierte en Las sesiones en una terapeuta que enseña a John Hawkes a practicar el sexo a pesar de su poliomelitis. Un papel por el que vuelve a sonar para el Oscar y que demuestra, según ella, "la belleza potencial de una vida sexual sana".

Con los mejores elementos del independiente y con un tema que este año, gracias al éxito de Intocable, parece haber encontrado vía directa al corazón del público, Hunt ha preparado su regreso a la primera línea cinematográfica y ya es candidata al Globo de Oro y a los Indendent Spirit.

Desde que ganó el Óscar por Mejor... imposible en 1997, Hunt no había vuelto a tener un papel tan jugoso en el cine como el de esta película de Ben Lewin, director a su vez poliomelítico, y que recoge el testimonio real del periodista y escritor californiano Mark O'Brian, que a sus 38 años decide que ha llegado el momento de perder la virginidad. Hunt interpreta "a una esposa, mujer, asistente sexual, prescrita por un terapeuta para trabajar con el protagonista durante un número limitado de seis sesiones, para ayudarle a afrontar sus problemas sexuales. Para tener un futuro sexual como el quiere tener", explica la actriz, que vivió este trabajo como una experiencia más allá de lo profesional al conocer a Cheryl Cohen-Greene, la terapeuta real que utiliza su propio cuerpo para guiar a su paciente. "Estuve mucho tiempo con ella y me pareció una persona increíble. Ella es un ser humano que ilumina, no había visto esa energía positiva alrededor del sexo en una película jamás", explica, entusiasta.

Cuando le ofrecieron el guión, Hunt aceptó inmediatamente a pesar de la exigencia de su papel, que tiene que manejar su cuerpo desnudo como herramienta de trabajo docente.