Durango. El balance ha sido positivo en todos los aspectos, ¿pero no ha habido incidentes dentro de la instalación de Landako?
Ninguno que merezca resaltarse. En un momento concreto tuvimos un problema con las luces; sucedió el jueves y fue un cortocircuito que provocó que la luz se apagara dos o tres veces. Un susto que no pasó a mayores.
El año pasado, tras la 46 edición, asumió usted el cargo de director de la Azoka. ¿Cómo ha sido su estreno este año?
Me ha costado un poco asimilar el proceso, eso lleva su tiempo. Yo ya sabía dónde me metía desde el año pasado, pero una cosa es verlo desde la barrera y otra saltar al ruedo; ahí es donde ves la dimensión real de la Azoka.
Esta Azoka exige diversificación.
Hay que estar al tanto de mil cosas, hay que estar presente en mil sitios y hay que procurar tenerlo todo controlado. Ytodo esto hay que hacerlo a contrarreloj, claro. No es fácil, pero creo que hemos hecho un gran esfuerzo.
Tantos puntos de interés, tantos actos... Para volverse loco.
Hay tantos elementos distintos, con pautas distintas, que cuesta ir completando el puzzle, sí. Creo que ese ha sido el mayor desafío para mí.
Con el camino trazado el año pasado, la Azoka se dota de gran potencial y eso exige también más responsabilidad y más trabajo, ¿no?.
Son siete puntos donde hay actividades, más Azokatelebista, que también da trabajo. Por tanto cuento ocho puntos de actividad y eso supone libros, música, nuevas tecnologías, teatro, audiovisuales... Se trata de un proyecto vivo, interacumulativo, y tenemos que estar afinando constantemente, eso nos exige no estar parados, nos empuja a estar atentos y a tener buenos reflejos.
¿Es la senda del estrés?
(Risas). Bueno, yo soy muy activo de por sí y eso siempre ayuda a estar conectado. Pero sí, los nervios no te los quita nadie. Son cuatro días de examen en los que todo el mundo va a evaluar el trabajo de todo un año, un trabajo hecho en equipo, pero la responsabilidad se centra en mí, y eso te genera cierta angustia.
¿Y has logrado visualizar e interiorizar lo que supone la Azoka a nivel organizativo?
Sin duda. Eso sí, en todo momento no rindes con la misma intensidad ni estás al cien por cien con una cosa, pero trato de dar la talla. Además, yo entiendo este cargo como algo participativo, y si hay que bajar al ruedo me bajo.
Se refiere usted a la película en 3D que ha realizado junto con Jon Urraza, ‘Morritson eta Gartzia’.
Sí. Se ha estrenado aquí. Al final empiezas dirigiendo el conglomerado de la Azoka y terminas grabando una película. Me gusta bajar al ruedo. Lo que ocurre es que en la Azoka hay que hacer muchas cosas con pocos recursos, y eso te obliga a ha-cer cosas que no esperabas, a asumir tareas que no esperabas, pero esas experiencias siempre aportan algo. ¿Quién me iba a decir a mí hace dos años que iba a codirigir una película en euskera y en 3D?
El año pasado fueron cinco días y este año cuatro. El calendario les ha obligado a este reajuste, pero parece que la fórmula funciona. ¿Piensan repetirla en 2013?
Cuatro días intensos que han funcionado. Al principio no habíamos proyectado una Azoka de cuatro días, pero las circunstancias nos llevaron a eso. Pero este formato ha funcionado a la perfección. Eso no quiere decir que en un futuro la Azoka se vaya a limitar a esos cuatro días. Habrá que sopesarlo, y más teniendo en cuenta el contexto económico que nos rodea.
¿En 2013 la Azoka piensa contar con los patrocinadores que tiene ahora?
Esperamos que sí, aunque en enero nos confirmarán este aspecto.
Sin embargo, la campaña AzokaLaguna no ha cosechado los resultados previstos.
En Landako hemos colocado un puesto de información para todos aquellos interesados en colaborar con el proyecto, pero no ha funcionado. Tendremos que hacer autocrítica y ver la manera de llegar a todos aquellos que quieran ayudarnos. Ha sido un poco triste, pero retomaremos este tema en breve.
¿Y en qué ha quedado la idea de expandir la Azoka a toda Euskal Herria?
Estamos estudiando proyectos concretos, pero esa azoka ambulante no tendrá lugar hasta 2014. Nosotros vamos paso a paso, de forma lenta pero segura, esa es nuestra filosofía.
Ahora toca preparar la cita de 2013.
De enero a marzo queremos ver dónde nos coloca el plan de perfeccionamiento que estamos llevando a cabo. Ya partir de ahí empezaremos a conformar la Azoka de 2013.