Madrid. Al poeta Antonio Gamoneda siempre le ha caracterizado la búsqueda de la luz en la oscuridad y en el silencio. Nunca ha creído que la poesía fuera un arma cargada de futuro, como Gabriel Celaya, pero ayer, a sus 81 años y con un libro recién publicado pide la insurgencia poética contra la injusticia.
"Dentro de este accidente que es la vida existe la solidaridad con el que sufre, con el amigo, y, como la vida tiene dos caras, también encontramos la insurgencia poética que debe existir ante la injusticia, ante el opresor, y hoy más que nunca", explica Gamoneda en una entrevista con Efe, con motivo de la publicación de Canción errónea , su esperado poemario tras ocho años de silencio. Un poemario, publicado por Tusquets, que reúne el trabajo de los últimos años del premio Cervantes, unas páginas cargadas de belleza y memoria y en el que el autor cincela una palabra por encima de todas: "Indiferencia".
"Indeferencia es una palabra que es una conquista mía, no es agradable, no es gratificante, pero es mejor que el miedo. Parece que el miedo ha desaparecido en mí y lo he sustituido por una especie de olvido del futuro, que yo llamo indiferencia", sostiene Gamoneda, nacido en Oviedo, en 1931, pero leonés de adopción, donde vive desde los tres años, y autor de Libro del frío o Arden las pérdidas, entre otros títulos fundamentales.
Canción errónea encierra un buen puñado de poemas por los que circulan la idea de que la vida es un error, un accidente. "Lo normal es no existir -argumenta el poeta-, la vida es un accidente, un error; pero un accidente en el que el hombre ha alcanzado tener experiencias como el amor, la amistad, el descubrimiento de la belleza, las formas del arte o del sonido. Y a esos hallazgos son a los que hay que dar importancia, a esas cosas hermosas que excitan positivamente nuestro ánimo y sensibilidad", dice.
En este libro, el poeta vuelve con palabras que son recurrentes en sus poemas, como las manos, la luz, el olor, los armarios... Y también en él pasan pintores, escultores, poetas o cineastas, algunos de ellos con nombre de forma explícita y otros con una presencia invisible.