Donostia. En la Blancanieves de Pablo Berger la mala es la estrella. La actriz Maribel Verdú (Madrid, 1970) describe a su madrastra como una especie de "top model" que no busca venganza porque su hijastra es la más bella del reino, sino porque quiere ser más famosa que ella. "Es como uno de esos personajes patéticos que aparecen en los programas de televisión de hoy en día: solo quieren ser famosos", aseguró en la rueda de prensa de ayer.

Calificó de "maravillosas" las madrastras que Charlize Theron y Julia Roberts interpretan en las otras dos blancanieves que se han estrenado este año, pero subrayó que la suya es "atípica y peculiar, graciosa por lo patética que es". En clave similar la define Berger, para quien el personaje de Verdú da "miedo y risa". "Es una especie de paradoja porque ante el exterior se muestra contenida, pero cuando no la ven se deja llevar por esa locura", dijo antes de agradecer a Verdú sus aportaciones al personaje.

La intérprete se mostró encantada por haber encarnado a una mala genuina por primera vez en su carrera. "Llevo 25 años sufriendo, haciendo de heroína, rodeada de vicisitudes, llorando, muriendo... A partir de ahora, con 42 años, y hasta los 80, solo quiero hacer papeles de mala", bromeó Maribel Verdú, que dijo no haberse inspirado en nada ni nadie concreto para dar vida a la madrastra de Blancanieves. "Soy más simple que todo eso. Yo llego, leo el guión y lo entiendo, y cuando algo está bien escrito, solo tienes que dejarte llevar y ya está", concluyó.