Vitoria. No hay distanciamiento entre Jaime del Burgo y Telma Ortiz. Y si lo hay, solo es geográfico. El inesperado retorno de la hermana de la princesa Letizia de Nueva York a Barcelona con su hija Amanda (fruto de una anterior relación con el abogado Enrique Martín Llop) desató los rumores sobre una posible ruptura de la pareja, que contrajo matrimonio el pasado verano.
Pero como descubría el confidencial Vanitatis, ha sido la imposición de un juez la que ha propiciado esta vuelta a casa. Al parecer, a Telma Ortiz se le ha denegado la petición que planteó para que su hija, de cuatro años, pueda vivir con ella en Nueva York. Meses atrás, Telma solicitó autorización judicial mediante un procedimiento de modificación de las medidas de custodia en el Juzgado número 14 de Barcelona que le permitiera llevarse a su hija a vivir fuera de España. Los trámites no han tenido el éxito que perseguía.
Quien ha puesto reparos a los deseos de la pareja ha sido Martín Llop. El padre de la niña se ha negado rotundamente a las pretensiones de su expareja y, según las publicaciones especializadas, ha luchado por todos los medios para que la pequeña no viva lejos de Barcelona. De hecho, se asegura que el apresurado enlace entre el hijo de Jaime Ignacio del Burgo, expresidente de la Diputación Foral de Navarra, y Telma Ortiz obedecía a una estrategia para cumplir el deseo de trasladarse a la Gran Manzana, pensando que con esta maniobra conseguirían la custodia de la niña.
Quienes de momento han sacado más tajada de esta historia han sido los paparazzi. La hermana de la princesa, que tiene un largo historial de desencuentros con la prensa rosa, volvió a encontrarse en el ojo del huracán cuando acudió a recoger a su hija al colegio. Hasta 45.000 euros, dicen, que se han pagado por las instantáneas.