Londres. Qué habría pensado la princesa Diana al ver a su hijo Guillermo y a Catalina ante el altar? ¿Y qué habría tenido que escuchar el príncipe Harry cuando se publicaron fotos suyas desnudo? ¿Seguirían idolatrándola hoy miles de personas? Mañana se cumplen 15 años de la muerte de Lady Di, pero su historia pervive en la memoria colectiva. Sus seguidores la convirtieron en un icono pero cada vez se conocen más detalles sobre la forma en que manipulaba a los medios y se presentaba como una víctima. Es difícil saber si algún día se entenderá lo que pasó el 31 de agosto de 1997 en Reino Unido y el resto del mundo. Son muchos los expertos que intentaron explicar el fenómeno Diana. Una especie de histeria colectiva conmovió a millones de personas que nunca habían visto a la princesa. Políticos de las más altas esferas manifestaron su tristeza y la monarquía británica se tambaleó aunque, al contrario de lo que muchos esperaban, no llegó a caer.

Poco antes del accidente, la vida de Diana -entonces de 36 años- parecía ordenarse poco a poco. La guerra vivida en público con su exmarido, el príncipe Carlos, se había cerrado oficialmente un año antes con el divorcio. Diana vivía en el palacio de Kensington, recibía una dotación económica y tenía la custodia compartida de sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry. Además, había reducido su compromiso humanitario a unas pocas organizaciones, pero seguía recibiendo el reconocimiento internacional por ello. En las semanas anteriores al accidente que acabó inesperadamente con su vida, las revistas del corazón se llenaron de las fotos de sus vacaciones con Dodi al Fayed, hijo de un multimillonario egipcio. Pero en realidad, ya se mascaba la tragedia. Ambos eran perseguidos sin tregua por los paparazzi. En la noche del accidente, lo que intentaban precisamente era quitarse de encima a la jauría cuando, después de cenar, se dirigían al hotel Ritz. Para lograrlo, desaparecieron por la salida trasera del restaurante, enviaron un segundo coche para intentar confundir y se lanzaron a toda velocidad por la noche parisina. Aun así, los paparazzi se dispusieron a cazarles con sus motocicletas.

Varias investigaciones encontraron restos de alcohol y medicamentos en la sangre del chófer. Además, determinaron que ninguno de los cuatro ocupantes del coche -Diana, Dodi, el chófer y un guardaespaldas- llevaba puesto el cinturón de seguridad, y que el vehículo circulaba demasiado rápido. Pero hasta hoy, mucha gente responsabiliza a los paparazzi de que el automóvil se saliese de la carretera y chocase contra un pilar. Al Fayed y el chófer murieron en el acto, el guardaespaldas sobrevivió gravemente herido. Diana fue operada de urgencia, pero falleció a la mañana siguiente. El cortejo fúnebre por las calles de Londres y el funeral celebrado en Westminster el 6 de septiembre fueron seguidos por millones de personas. La imagen de sus hijos, de 15 y 12 años, siguiendo con la cabeza baja el féretro, es inolvidable.

Hyde Park Quince años después de su muerte, Diana pervive en el recuerdo. En Hyde Park puede verse una fuente en su memoria, mientras que un relicario con su foto la recuerda en los almacenes Harrods, que pertenecieron al padre de Dodi, Mohamed al Fayed. Cada cierto tiempo se reavivan las teorías de la conspiración que aseguran que fue asesinada por los servicios secretos británicos y el príncipe Harry todavía tendrá que soportar los rumores de que en realidad es el hijo de un exentrenador de equitación y amante de Diana. La princesa vive, por supuesto, también a través de sus hijos, sobre todo de Guillermo, a quien a menudo se compara con ella por su facilidad para despertar el entusiasmo entre la gente.