PARA compensar el silencio que dejan los gasteiztarras al huir, la música ocupa el pentagrama de la agenda con múltiples citas, estilos y -a veces compartidos- espectadores. Una decena larga de propuestas lo demuestra, desde y hasta primera hora de la mañana...

Lo hace remitiéndose al principio al introspectivo reclamo de la música de cámara, que vuelve a encontrar refugio en el pórtico de Santa María. La soprano María Ogueta y el guitarrista Paco Cantón se unirán a las 12.30 en el concierto Amor en conserva. Canciones del siglo XX.

No faltarán a su cita los Trikitilaris de la Academia Municipal, a las 12.30 en el Machete. Ni la Banda Municipal a la suya, a las 13.00 en el quiosco de La Florida. Ni las jotas cesarán, a las 18.00 en Peñaflorida con Voces de Navarra... La fiesta tiene sus gustosas rutinas, que se cumplen con rigor de jornada laboral.

El Jardín de Falerina se ha propuesto establecer las suyas, con un programa musical que -de la mano de Gauekoak y HorDago!- comenzará a suministrarse desde las 19.00 con The Junk Band y La Fank Fea. En el Machete, a partir de las 19.30, la música correrá a cargo de Iñaki Plaza&Taldea, dejando la partitura en manos de la noche y sus códigos.

Códigos que empezarán a descifrarse a las 23.00 en la plaza de la Provincia con Helena Bianco y Los Mismos, y en Fueros, donde el triplete rockero de ayer en las txosnas tendrá continuación con decibelios a tres bandas, los que cruzarán LosDelGás, La Fuga y Los Suaves.

Las dos agujas chocarán en lo alto de la esfera dando redoble a dos recintos siempre sedientos de música. En el Machete, uno que vive pocas calles más allá, Mikel Urdangarin, bajará a compartir sus canciones, mientras Itziarren Semeak abren la noche en el escenario de las txosnas, donde les seguirán Obrint Pas y Dj Al Khachouff.

Dos espacios que tampoco fallan son la Plaza Nueva, donde la invitada será la orquesta Vendetta -no confundir con el grupo de ska-, y la plaza del Arka, donde -si jugamos a rutinas- la más placentera de las fiestas se desplegará media hora después de medianoche. ¿Lo adivinan? Desde luego. Joselu Anaiak pondrá a bailar a todo el que se acerque a las orillas del Caminante, que cada año pugna por arrancar sus raíces y unirse al movimiento. La verbena, organizada por Okerrak, desatará el más antiguo y auténtico espíritu de la fiesta. Ése en el que se reflejan sus gentes.