madrid. Palabras inventadas, o conocidas; amadas, temidas, y hasta aclamadas tomaron ayer de mil maneras la sede central del Instituto Cervantes en Madrid cuya celebración del Día E, la fiesta del español, se dedicó sobre todo a los niños y a sus familias. El Día E, que llega este año a su cuarta edición con centenares de actos que se desarrollarán simultáneamente en todos los centros de la red, ubicados en 77 ciudades de 44 países, se celebró en Madrid "de una manera muy familiar, austera, como imponen los tiempos, pero muy divertida, pensando en que este día de fiesta esté muy vinculado a los juegos y a la lengua". La explicación es de la directora de Cultura del Instituto Cervantes, Montserrat Iglesias, anfitriona del Día E, en ausencia del director, Víctor García de la Concha.
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