MADRID. La cantante estadounidense quiere que su esposo y padre de su hija surque los cielos pilotando su propio jet, un Bombardier Challenger 850, valorado en, nada más ni nada menos, que 50 millones de dólares (casi 40 millones de euros).

El avión es un regalo de Beyoncé al conocido rapero por el Día del Padre que tuvo lugar en Estados Unidos el pasado fin de semana. Según una fuente cercana a la intérprete de If I were a boy ha asegurado al periódico británico The Daily Star, la cantante cree que este regalo es la mejor manera de demostrar a Jay-Z lo buen padre que es.

El nuevo avión privado del rapero, con una capacidad para quince personas, posee un interior de lujo: un salón de cuero en color crema, una cocina totalmente equipada, una habitación y dos baños.

Con esta nueva adquisición, Beyoncé podrá viajar junto a toda su familia en tiempo récord.