"Estaba cantado... Hombre, me resisto a creer que el programa se resigne a perder a esta familia. Tan pijitos todos, tan habituales del Marbella Beach Club, sumergidos en la selva dan un juego televisivo fantástico. O sea, que lo mejor sería que los trasladasen a otro poblado, para que sigan nutriendo al programa de sensacionales impactos y contrastes. También cabe resaltar que la familia San Sebastián, los vascos incrustados en la tribu de los tamberna, viven una delicada situación. Uno de los indígenas le ha dicho a la joven Enaritz que quiere acostarse con ella, o sea, quiere hacer un poco de edredonning, como los ratoncitos de la ratomaquia".
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