vendió miles de libros al peso para sufragar los fotogramas de su primer corto, Barkatu. Ahora traslada sus propias imágenes a la orografía de tinta. No fue sólo el contacto con las tapas, en literaria ósmosis, el encargado de lanzarle a la aventura del libro. Antes de rodar, Nikolas Ocio ya escribía, y fruto de esa costumbre es Me gustas porque eres como lluvia.

"Yo siempre he escrito, lo que fue un accidente fue Barkatu", reconoce Nikolas, que observa satisfecho la pantalla del ordenador -el encuadre le persigue- y pasa hojas a golpe de ratón. Porque su primer volumen no saltará al papel como todos aquellos libros que alimentaron su celuloide, sino que ocupa ya un lomo virtual, el de http://megustasporqueerescomolluvia.blogspot.com.es/. Dividido, al modo becqueriano, en Rimas y Leyendas, el trabajo también parece adquirir sin quererlo un código cinematográfico, el de las escenas. Las rimas son aquí aforismos, mientras que las leyendas toman un formato más allá del pensamiento o del sentimiento propios de la sentencia, y eligen un poso narrativo que les acerca al universo del relato corto.

Tras "responder por tanta gente" y coordinar las múltiples aristas visuales que exigieron los planos de Barkatu, sumergirse en solitario en las páginas ha resultado un placer íntimo. "Ha sido algo muy personal, sin decirle nada a nadie", explica. Personal y, a la par, selectivo, ya que si doscientos aforismos pueblan el trabajo, otros doscientos tomaron el camino de la papelera.

La papelera real, no la virtual, ya que Nikolas escribe a la antigua usanza, en papel y "con boli bic negro". Una caja de vino ejerce de archivo, acumulando las ocurrencias y los estados de ánimo, trasladados al papel, que semana tras semana se acumulan hasta el día de la revisión. Algunos emergen con el premio que otorga el bouquet del tiempo. Otros, picados, se apartan.

Amor, tiempo, sentimiento, sexo... Son, como siempre, los temas que pululan por los axiomas literarios y por los cuentos. Los primeros, recuerda Ocio citando a Zarko Petan, "si no los sacas, se pudren". En los segundos, "aunque sea entre líneas, hay una historia en la que te ríes, lloras o se te queda una mueca". Y, de historia en historia, sumando escenas, recopilando secuencias, construye sus diques un libro donde no falta el desgarro.

La tinta desborda ya esa presa y comienza a irrigar poco a poco la Red, mostrando el año de trabajo que ha compuesto las páginas. El libro lo volcó Nikolas, casualidad, el Día del Libro, añadiendo sus líneas a todas las presentadas en torno a la celebración de la páginas.

"Como a unos les da por otra cosa, a mí me da por escribir", resume el autor, que confiesa la pequeña catarsis que ha supuesto la creación de estos aforismos y relatos breves, de estas rimas y leyendas que no son el único guiño poético del libro, que en su título remite de alguna forma al clásico de Neruda del gusto por silencios y ausencias.

"Sé que te he querido porque ya no te quiero". "Más vale que me digas la verdad o que me calles para siempre". "Tengo un amigo que se suele ir de putas el día de los enamorados. Y también cualquier otro día". "De joven fui un rebelde sin causa. Luego la encontré y ahora de mayor no sé dónde la he puesto". "Todo el mundo es bueno, hasta que te demuestra lo contrario"...

Son algunos de los aforismos que componen Me gustas porque eres como lluvia, que está a un golpe de click de las pupilas en una lectura que combina crudeza y humor, que se deja caminar de manera sencilla. "Lo peor de no saber leer es que no entiendes lo que escribes". Lo mejor de escribir es que puedes compartirlo. Eso ha hecho Nikolas Ocio, descorchando sus reservas.