Pamplona. Después del estreno de La chispa de la vida, con José Mota y Salma Hayek, el pasado mes de enero, el realizador bilbaíno Álex de la Iglesia ya tiene nuevo proyecto, Zugarramurdi (o Las brujas de Zugarramurdi), una comedia de terror inspirada en el Auto de Fe que se llevó a cabo contra vecinos de la localidad navarra en 1610 en Logroño. Parte del equipo de localización del filme visitó recientemente las cuevas de la localidad navarra como posible ubicación del rodaje de algunas escenas, pero aún no ha tomado ninguna decisión al respecto.

En su nueva película, el realizador de Balada triste de trompeta volverá a contar con algunas de sus actrices fetiche. Así, repetirá con Carmen Maura, protagonista de uno de sus grandes éxitos, La comunidad, igual que Terele Pávez. Completarán el elenco Carolina Bang, intérprete habitual en los últimos títulos del director vasco, y Hugo Silva.

En concreto, Zugarramurdi, cuyo rodaje aún no ha dado comienzo, aunque estaba previsto para esta primavera, narrará una historia que sucede en la actualidad, aunque con reminiscencias en el pasado. En la época de la Inquisición y a través de un Auto de fe se procesó a 53 vecinas de Zugarramurdi acusadas de ser brujas y once de ellas fueron condenadas a morir en la hoguera, con la particularidad de que seis de ellas fueron quemadas vivas y cinco ya muertas. Fue el último de este tipo de procesos que se celebró en Europa, extinguiéndose un siglo antes antes que en el resto de Europa, gracias a la labor desarrollada por uno de los inquisidores del proceso, Alonso de Salazar Frías, que se encargó de estudiar el caso a posteriori y concluyó que las acusadas habían sido procesadas de forma injusta basándose en testimonios apoyados en envidias y supersticiones, de modo que en 1614 el caso quedó cerrado y fue la misma Inquisición la que decidió que el asunto fuese olvidado.