El Cairo. Un asesinato, un ritual faraónico y quince sospechosos en un crucero de lujo por el Nilo. Este argumento recordaría a Agatha Christie, pero se trata de Sin entrañas, la novela policíaca de la periodista y narradora todoterreno Maruja Torres, que rinde homenaje en clave paródica a la reina del crimen.

Y es que Maruja Torres (Barcelona, 1943) ha querido que su última novela, la segunda de su serie policíaca, que comenzó con Fácil de matar (20011) con la reportera retirada y metida a investigadora Diana Dial -su alter ego- como protagonista, sirva de recordatorio de su admirada Agatha Christie y de su querido amigo Terenci Moix. "Además -dice-, es un homenaje a la sufrida clase media baja de Egipto, tan maltratada, que impulsó la revuelta de Tahrir y que espero que no se haya sentido defraudada por la revolución". Así lo explicó ayer a Efe esta escritora y periodista enamorada del mundo árabe en un hotel de El Cairo. "En 2009, cuando yo sitúo la novela -explica-, todavía estaba Mubarak, y de hecho hay varios componentes de esa época en el libro", como un reconocido arqueólogo (con mucho parecido con el famoso egiptólogo Zahi Hawass) al que le acompaña su última amante, "un putoncillo francés que hace como que busca los restos de Cleopatra". "Los motivos para los que vino la revolución después, existían -continúa-. Yo me preguntaba antes por qué los jóvenes, que estaban sin trabajo, parados en la calle, no se unían y se rebelaban, y ocurrió, pero el resultado es dudoso, faltan años, una asignatura pendiente que es el laicismo, como en todo el mundo árabe, y un cambio en el concepto de familia como cédula inexorable". "Hay que ayudarles -recalca la autora-, porque la gente tiene que comer, y ahora el turismo, su principal fuente, ha caído en picado". Torres reconoce que escribir novela policíaca, de crímenes, le encanta. "Me interesan mucho los motivos por los que la gente mata", dice. Admiradora de Edgar Allan Poe y de todos los clásicos, desde Hammett y Chandler hasta P.D.James o el catalán Manuel de Pedrolo, Maruja Torres ha construido en Sin entrañas una puesta al día de Muerte en el Nilo, de Agatha Christie, con gente muy mala, sin entrañas, que va en un crucero en el barco a vapor S.S.Karnak, como el que usó la Christie. Unos viajeros, "unos nuevos colonialistas", que son una mezcla de gente rica y decadente de la burguesía catalana que se hacen llamar "Los Kennedy catalanes", como dice una de las protagonistas.