vitoria. Emocionada y tremendamente agradecida. Así se mostraba Elena Arzak tras conocer el nuevo reconocimiento internacional que ha recibido. A última hora de la tarde, con una visible afonía tras un intenso día colgada al teléfono, respondía amable la llamada de este periódico.

Lo primero de todo enhorabuena. ¿Qué siente al saber que ha sido nombrada la mejor Chef del Mundo Veuve Clicquot?

Estoy como loca. Muy contenta. Por mí, por mi familia, por el restaurante, por el equipo que trabaja en el restaurante y por la cocina en general. No me lo esperaba. El año pasado ya estuve nominada y eso fue ya como un premio y este año ha sido como si me hubiese tocado la lotería.

¿Cómo ha sido el momento en el que ha conocido la noticia?

No me lo podía creer. Les he dicho ¿a mí?, ¿seguro?, y entonces, he ido corriendo a mirar en el ordenador a ver si era verdad.

¿Qué le ha dicho su padre, Juan Mari Arzak?

Mis aitas están como locos. Tanto el aita, con el que trabajo en la cocina, como la ama, que trabaja también en el restaurante. El aita está más contento que yo. A él nunca le podré agradecer toda la confianza que ha depositado en mí, tanto en la forma de cocinar, de enseñarme los platos y en todo. Realmente estoy muy contenta y sobre todo estoy muy contenta por él. Ha sido un momento muy ilusionante.

¿Qué supone este galardón para usted?

Veo este premio como un homenaje a la cocina vasca y me siento muy orgullosa de pertenecer a este colectivo de cocineros que hacen que nuestra tierra sea un lugar donde la gente venga a comer. Porque no estamos solo el Arzak, sino que formamos parte un grupo de gente.

Además es un premio que destaca la labor de las mujeres en la elite de la gastronomía mundial, un mundo todavía gobernado por hombres.

Es verdad pero creo que es una cuestión social porque aquí en Euskadi siempre ha habido muchas mujeres en la cocina y sigue habiendo. Yo no soy la única. Están Eva Arguiñano, Amaia del bar Ganbara, Aizpea Oihaneder del Xarma, Pili Manterola de Getaria, y otras muchas más. Además, esto va a cambiar porque ahora vas a una escuela de hostelería y hay más mujeres que hombres.

Además de ser la Mejor Chef del Mundo, Arzak sigue estando incluido entre los mejores 50 restaurantes.

Sí, y estoy muy contenta porque dentro de la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo tengo a muchos compañeros y para mí es una gran alegría. Yo soy de Donostia, he vivido la nueva generación de la cocina vasca y las generaciones posteriores y estoy orgullosa de pertenecer a este colectivo de cocineros a los cuales admiro tanto y todo lo que han hecho por la cocina. Y no hay que olvidarse nunca de esto.

Continúa los pasos de su padre, cocinando, investigando, innovando y llenándose de premios.

Estoy muy contenta porque yo he vivido la hostelería desde muy pequeñita. He visto como a mi aita le daban muchos premios como al resto de sus compañeros de aquí, y a mí eso me alegraba mucho por ellos y decía: ¡Qué bien!, porque realmente veía el ímpetu que ponen en todo. Este reconocimiento demuestra que vamos por el buen camino.

¿Cuál es el secreto del éxito de Elena Arzak?

El secreto es que te guste mucho lo que haces, que disfrutes con tu trabajo, que seas constante, que te lo tomes muy en serio y sobre todo, yo siempre digo: cocina y sirve lo que te gustaría que te cocinaran y te sirvieran.

Elena Arzak, en su base de pruebas en el restaurante familiar de Donostia. Foto: ainara garcia