madrid. El cineasta Rodrigo Cortés (Buried) vuelve al Festival de Sundance para presentar Luces rojas, un thriller que será "el regreso" del mejor Robert De Niro. "No lo hemos visto igual desde El cabo del miedo", dice el director. "De Niro es la carta que escribes a los Reyes pidiendo un tren eléctrico aunque sabes que te van a traer calcetines", afirma Cortés, horas antes de partir a las montañas de Utah (EEUU), donde el día 19 arranca el festival de cine independiente. Sin embargo, explica, "fue su agente el que contactó conmigo". Y cuenta un divertido encuentro "secreto" para preservar la intimidad del actor en un hotel de Sicilia, "el sitio más adecuado para hacer propuestas que no pueden rechazarse", dice entre risas, aún sin creerse que De Niro aceptara el papel. "Quería hacer la película; lo entenderías -apunta- si supieras lo que ha cobrado". Luces rojas es la historia de un equipo de investigadores de fraudes paranormales formado por Margaret Matheson (Sigourney Weaver) y sus ayudantes, Sally (Elizabeth Olsen) y Tom (Cillian Murphy), que trabajan desde el lado de la ciencia racionalista.