Vitoria. Viajar por la historia de la gran pantalla a través de las huellas dejadas por las mujeres cineastas. Con este objetivo, Montehermoso viene desarrollando desde 2008 un ciclo de proyecciones coordinado por la catedrática Giulia Colaizzi que ahora llega a su punto final. Lo hace con el repaso a los últimos 25 años de producción, analizando el mundo plasmado por las profesionales de este tiempo justo en plena era de la globalización.

Desde hoy y hasta el próximo 21 de diciembre, el centro cultural se citará con el público cada miércoles a las 19.00 horas (la entrada es gratuita) para ofrecer una de las diez películas previstas, filmes llegados desde el propio Estado así como de Italia, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Nueva Zelanda, Bélgica, Argentina y Líbano (todas las cintas se podrán ver en versión original subtitulada).

Una historia de ambiguas relaciones personales ambientada en la Alemania nazi es la que abrirá esta tarde el ciclo de proyecciones. Il interno Berlinese, de Liliana Cavani servirá para abrir la primera mirada a los años 80, que se completará los dos próximos miércoles con Working girls de Lizzie Borden y Chocolat de Claire Denis.

En lo que respecta a la década de los años 90, entre el 9 y el 30 de noviembre, los espectadores podrán ver en el centro cultural Privilege de Yvonne Rainer (premiada en el Festival de Sundance), Warriors' marks de Pratibha Parmar, Portrait of a lady de Jane Campion (nominada a dos Oscar), y Les glaneurs et la glaneuse de Agnès Varda.

El espacio municipal de lo alto de la colina cerrará entre el 7 y el 21 de diciembre este repaso de la mano de tres películas estrenadas este siglo: La ciénaga de Lucrecia Martel (Oso de oro en el Festival de Berlín), Le cerf-volant de la ya fallecida Randa Chahal (León de Plata en el Festival de Venecia), y También la lluvia de Iciar Bollaín (entre otros reconocimientos, esta película sirvió para que el actor gasteiztarra Karra Elejalde consiguiera su primer Goya).

Las diez películas seleccionadas , según explica el centro cultural, "hurgan en la memoria, acercan mundos, dibujan horizontes desconocidos o sólo parcialmente conocidos, revelan zonas de sombra y microcosmos de significación para quien quiera ver. Prueban, una vez más, que el cine puede ser, como siempre ha sido, no tanto (o no sólo) un modo de grabación de la realidad, sino un poderoso medio para representar e intentar dar forma y expresión a la lucha, el grito, la esperanza, el deseo, el porvenir".

Esta cuarta y última entrega del ciclo iniciado en 2008 sirve para completar un proyecto en el que se ha repasado la producción con sello de mujer desde la aparición del cine hasta la actualidad, un camino que ha ido en paralelo al trabajo de Montehermoso sobre el resto de la creación audiovisual realizada por mujeres, componiendo así un mapa artístico de grandes dimensiones.