sitges. Lejos del tono habitual de las películas de clones, el realizador húngaro Benedek Fliegauf presentó ayer a competición en el Festival de Sitges Womb, una película que utiliza las posibilidades de la ingeniería genética para plantear dilemas morales y preguntas existenciales. "No me interesan las películas estereotipadas en las que un ejército de clones ataca una ciudad, sino indagar en los sentimientos", ha explicado Fliegauf, quien ha asegurado que "la clonación es un buen instrumento para hablar de amor y de muerte". Womb narra la historia de una mujer que decide fecundarse con el tejido de ADN de su amante muerto y tener un hijo exactamente igual que el padre. El incesto, los límites morales de la ingeniería genética, la pérdida del ser amado, la muerte y la maternidad son algunos de los temas que aborda el filme. Sin embargo, para Fliegauf, Womb es, "sobre todo, una historia de amor imposible que se pregunta qué pasa si pierdes a un ser querido y que pasa si crías a tu amante".
Asimismo, en la sección oficial fuera de concurso se ha proyectado ayer Poulet aux prunes, la adaptación de otro de los cómics de Marjane Satrapi, tras el éxito de Persépolis. Tras su paso por el festival de Venecia, el público de Sitges ha podido ver la versión cinematográfica de la historia de amor imposible que Satrapi escribió inspirada en su tío, quien, según le contó su madre, se pasó la vida intentando reencontrar el sonido de un violín roto. Actores de carne y hueso de la solvencia de Mathieu Amalric, Maria de Medeiros, Isabella Rossellini y Chiara Mastroianni dan vida a los personajes de esta fábula romántica.