Vitoria. El pasado 3 de octubre, como cada lunes de principios de mes, los artistas locales agrupados en la Asamblea Amarika asistieron a una reunión en la que quedó de manifiesto, por un lado, su desconocimiento de los planes que tenía la Diputación en lo referente a la colaboración entre ambas partes para la gestión de las salas forales de exposición, y, por otro, los negros presagios que los asistentes tenían al observar que la nueva responsable de Cultura, Iciar Lamarain, ni siquiera quería recibirles. Por eso se esperaba con cierta intranquilidad la comparecencia que hoy tendrá la diputada en las Juntas Generales para desgranar sus planes de futuro, una expectación que ayer casi se satisfizo por completo al explicar la propia dirigente popular que el Ejecutivo ha decidido romper su relación con los creadores del territorio pertenecientes a este grupo y, en paralelo, hacer desaparecer el Consejo de las Artes Musicales.
De esta manera, desde la Casa de la Provincia se pone punto y final a su política de los últimos años, encaminada a hacer una gestión horizontal de sus recursos culturales, contando con la implicación directa de la comunidad artística alavesa, una idea impulsada por la ex diputada Lorena López de Lacalle (EA) que ya se encontró con reparos y alguna marcha atrás cuando la jeltzale Malentxo Arruabarrena llegó al cargo y que ahora certifica su defunción.
En el caso de Amarika, según las declaraciones que la responsable popular realizó ayer a Radio Vitoria y que a buen seguro completará hoy en Juntas, la idea de Lamarain es clara: la Diputación tiene funcionarios que estos años han estado arrinconados e infrautilizados y que, sin embargo, son válidos para hacer una programación expositiva propia y de calidad. Es decir, debe ser la institución la que controle y organice sus recursos (Amárica, la Casa de Cultura y Archivo) sin dejar que otros "hagan lo que quieran", y que si alguien quiere proponer algo, tiene las puertas abiertas pero no preferencia de nada.
Sin entrar a valorar en ningún momento el trabajo realizado por el Proyecto Amarika durante estos tres últimos años (que ha sido reconocido dentro y fuera de la provincia estableciendo relaciones y colaboraciones con museos y centros de arte del Estado y Europa, y que ha supuesto un fuerte impulso para un buen número de creadores emergentes), la responsable foral dejó ver en sus palabras que esta decisión no está relacionada con la crisis, sino con su apuesta por otro modelo de gestión de las salas forales dedicadas hasta el momento al arte contemporáneo, aunque nada comentó sobré qué hará su administración para ayudar a la creación local por ejemplo a través de programas de becas.
Un argumento parecido sirvió también para justificar la desaparición definitiva del Consejo Asesor de las Artes Musicales, muy tocado ya desde la época de Arruabarrena y la dimisión del contratenor Carlos Mena. En este caso, el órgano consultivo también impulsado por López de Lacalle no ha cumplido ni un año y medio de funcionamiento.
En este sentido, la actual diputada argumentó que con menos dinero que el utilizado por la institución en 2010 se han recuperado las esencias de festivales como el de música antigua y el de órgano, aunque se olvidó mencionar que ninguna de las dos iniciativas habían desaparecido, sino que se habían incluido en programas más amplios que llegaron a un mayor número de puntos de Álava ofreciendo más conciertos de un abanico estilístico más amplio.
De todas formas, será hoy, en el seno de la comisión de Cultura de las Juntas alavesas, cuando la nueva responsable del área tenga la oportunidad de desarrollar sus motivaciones y argumentos, así como sus objetivos.