SEVILLA. Unas doscientas personas, entre medios de comunicación y curiosos, se han congregado a las puertas del Palacio de las Dueñas, en el centro de Sevilla, donde ya está todo listo para la celebración, a la una de esta tarde, de la boda entre la duquesa de Alba y Alfonso Díez.
Desde primera hora de la mañana, en el exterior del palacio esperan numerosos periodistas -algunos de ellos extranjeros- que han asistido a la llegada de dos de los hijos de Cayetana de Alba.
El primero en llegar ha sido Alfonso Martínez de Irujo, duque de Aliaga, y un par de horas más tarde lo ha hecho el duque de Huéscar, Carlos, hijo primogénito de la duquesa y que ejercerá como padrino de la boda, en la que habrá 38 invitados.
La hija pequeña de la duquesa, Eugenia, no podrá asistir a la boda porque está aquejada de una varicela con fiebre alta, mientras fuentes de la Casa de Alba no han confirmado la presencia de Jacobo, conde de Siruela.
La llegada más esperada es la del novio, Alfonso Díez, que ha pasado la noche en un hotel de Sevilla tras abandonar a última hora de la tarde de ayer la residencia de la aristócrata.
La nota curiosa de esta mañana soleada y con buena temperatura en Sevilla la ha puesto un trío musical que con un órgano y un violín ha interpretado un pasodoble compuesto especialmente para la duquesa titulado "No sé vivir sin España".
También han aparecido tres personas disfrazadas de novia -con una peluca imitando el peinado de la duquesa-, novio y madrina.
Esta mañana, el personal de servicio del Palacio de las Dueñas salió a comprar churros para el desayuno.
El Ayuntamiento de Sevilla ha puesto en marcha un dispositivo para actuar en el entorno del Palacio de las Dueñas y agilizar la circulación y controlar el tráfico en la zona.
Según se acerca la hora del enlace, va aumentando el número de sevillanos y personas venidas desde otras localidades para ser testigos de lo que rodea al enlace, tercero de la aristócrata, de 85 años.
Se espera que después de la ceremonia, que será oficiada por el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp en la capilla del palacio, el nuevo matrimonio salga al exterior para saludar al público congregado en las puertas.
