LONDRES. Todos sus pasos han sido perseguidos. Sus relaciones sentimentales, sus mil y un estilismos, sus proyectos profesionales... Pero parece que sus topazos con la justicia también acaparan multitud de inquietudes y sino sólo hay que ver el último episodio que la hermana pequeña de Catalina vivió está semana en su ciudad natal.
Pippa Middleton fue el centro de miradas. Una situación embarazosa con la que tuvo que hacer frente por no cumplir las normas de circulación.
Según ha podido saber 'Hola', la hermana de la Duquesa de Cambridge aparacó su BMV Z4 en la puerta de uno de los restaurantes más populares de la ciudad para acudir a una reunión, hasta aquí todo era una situación normal, pero la gran sorpresa llegó cuando la joven se acercó a su vehículo y comprobó que en su parabrisas le esperaba un 'papelito', lo que cordialmente se conoce como multa.
A pesar de que Pippa intentó pasar desapercibida y no gritar a los cuatro vientos su enfado, la expectación no se hizo esperar y todos los viandantes quedaron perplejos, pero es que la policía no entiende de clases: Nadie está exento de multas.