Jueves 9 de octubre de 2008. Daniel Castillejo, recién elegido nuevo director del Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo, asegura en una entrevista con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA: "si colaboramos entre Artium, Krea, Montehermoso y Amarika, lo que puede pasar en Álava va a ser increíble". Esa frase es pronto bien recibida y aceptada tanto por los aludidos de manera directa como por el resto. En efecto, Gasteiz estaba dibujando en esos momentos un mapa estimulante en relación al arte contemporáneo que se estaba desarrollando en paralelo al crecimiento en otros campos culturales... Es decir, se perfilaba una situación envidiable. En teoría, la guinda del pastel iba a llegar, incluso con la crisis de por medio, este año con la apertura de la nueva sede del centro cultural de Caja Vital. Pero la provincia se ha quedado a las puertas de ese sueño antes referido. Justo segundos antes de alcanzar la cima, el territorio se ha dado la vuelta por voluntad propia.

Con la crisis económica como excusa, la redefinición que las instituciones y la entidad de ahorros parecen querer hacer amenaza con dejar a Álava peor que hace una década, según están intuyendo diferentes voces del sector, que prefieren no aparecer con nombres y apellidos.

Por recapitular, hay que recordar que el presidente de la Vital ya ha dicho en público que el proyecto cultural de Krea (la gran apuesta del siglo XXI en materia de creación, juventud y sostenibilidad) no es rentable y, por tanto, debe modificarse, sin descartar su desaparición, al tiempo que lo que iba a ser su sede (construida en Betoño tras invertir 18 millones de euros) debe tener otros usos, cercanos al mundo de la empresa. A eso hay que añadir que es notorio que la Obra Social de la entidad está en uno de sus peores momentos y que la amenaza de supresión está sobre la cabeza de varios programas.

Eso sí, según denuncian diferentes fuentes, Carlos Zapatero no ha sido capaz de poner sobre la mesa datos concretos que justifiquen su decisión y la pongan en relación al presupuesto del resto de la Obra Social así como en el contexto de la fusión con BBK y Kutxa. No ha hablado, por ejemplo, del presupuesto de Krea, unas cuentas de tres millones de euros anuales, de los cuales el centro tenía asegurado la recuperación de uno por principio gracias a los convenios y acuerdos que ya tenía firmados, entre otras vías de autofinanciación.

Dentro de la propia entidad, varias voces coinciden al asegurar que si Gregorio Rojo siguiera siendo presidente de la Vital, nada de esto hubiera pasado y Krea estaría en funcionamiento desde hace meses. Sin embargo, señalan que el actual mandatario antepone la palabra productividad a otro tipo de consideraciones. Además, la decisión de la caja sobre el centro cultural se ha producido no sólo ante un silencio absoluto por parte de PSE, PP, Bildu y PNV, sino que la participación y omisión de los cuatro partidos ha sido necesaria a la hora de forzar la concesión de un crédito al Deportivo Alavés. "Es un equipo profesional que se ha metido él solito en una situación de quiebra y desaparición, y en cuya dirección actual acaban de entrar personas que son directamente culpables de su hundimiento económico. Aún así, los políticos nos han obligado a dar un dinero que no nos queremos gastar en nuestra propia casa. Es esquizofrénico", relata un veterano trabajador de la caja, muy ligado con la Obra Social.

En paralelo, Montehermoso también se encuentra en una situación más que complicada. Después de casi cinco años de desarrollo de un modelo único en el Estado de relación entre género, arte y sociedad, que ha conseguido diferentes reconocimientos internacionales y que, en los últimos meses y ante los pronunciamientos del PNV, muchos artistas locales han defendido públicamente a capa y espada, el nuevo Ayuntamiento se ha propuesto cambiar las cosas. Nada se sabe de la propuesta del Partido Popular, sólo que defiende que el centro no es rentable para el Casco y para la ciudad. Eso sí, en este caso tampoco se han explicitado los datos que justifiquen el cambio. Con la indefinición como futuro, parece que los primeros movimientos en materia laboral ya se están produciendo y todo hace indicar que tanto Arakis como su equipo tiene complicado seguir. Incluso algunas fuentes apuntan a que septiembre va a ser decisivo en este sentido. "Como ciudad somos únicos, hemos estado invirtiendo en algo mucho tiempo y dinero, y justo cuando nos está dando réditos, nos lo vamos a cargar", dice un reconocido artista afincado en la capital alavesa.

Hay quien, eso sí, va más allá. "El PNV quería una encuesta en la calle sobre Montehermoso y parece que el PP va por el mismo razonamiento. Vale, la hago yo. Pero también hago otra sobre los concejales y el que no sea conocido por el 20% de los consultados, lo mandamos a casa, ¿vale? El Ayuntamiento se iba a quedar vacío", dice otro conocido artista. Eso sí, no sólo preocupan los planes municipales, también los anuncios de cambio de prioridades presupuestarias de cara a 2012.

Ni siquiera algunos de los funcionarios consultados se olvidan de algunas cosas sucedidas en los últimos años con el dinero del Consistorio, el mismo que ahora se pone como excusa para los recortes en Montehermoso. Dos son, otra vez deportivos, los motivos. El primero hace referencia al Alavés y al papel que han jugado tanto el Ayuntamiento como institución, como los partidos que lo conforman. El segundo, es la tan traída y llevada reforma de la plaza de toros.

El 3 de abril de 2009, el por entonces asesor en material cultural del alcalde Lazcoz, Enrike Ruiz de Gordoa, presentó ante los partidos un extenso informe sobre la reforma de la nueva plaza de toros para intentar hacer del espacio un edificio polivalente con uso, sobre todo, cultural. Algo más de 700.000 euros eran necesarios para conseguir que una infraestructura que no tiene ni un lustro sirva para algo que no sean cinco corridas al año.

Los representantes municipales, también el primer edil, le escucharon atentamente, le agradecieron su trabajo e hicieron alguna pequeña acotación, pero nada más. El proyecto se metió en un cajón. En más de dos años y medio no se dio ni un sólo paso poniendo como razón la crisis. Eso hasta que llegó Saski Baskonia.

El club de baloncesto ocupa el pabellón Fernando Buesa en exclusiva, un lugar de propiedad pública que en algún momento sirvió también para hacer conciertos pero del último ya ni se sabe. Llegado el momento de ser renovado y ampliado, las mismas instituciones que niegan el dinero para el sector cultural, según denuncian varias voces, no han puesto ningún problema a los cambios en Zurbano y se han prestado a pagar los trabajos de la plaza de toros, las mismas obras que dos años antes no tenían prioridad.

En el caso del Consistorio se podrían poner más ejemplos de esa política de inversiones dependiendo de si el que está de por medio es la cultura o el deporte. Ahí está Mendizorroza, que se cae por los cuatro costados y nadie ha hecho nada aunque las críticas a cada Festival de Jazz que pasa son más preocupantes. Es más, lo de este 2011 ha sido de vergüenza. Pero no, el que va a conseguir que el Ayuntamiento ponga algo de dinero sobre la mesa del polideportivo no va a ser el veterano certamen, sino el club de baloncesto Araberri, que ha llegado a un acuerdo, tras su ascenso a la LEB Plata, con el Ejecutivo municipal para hacer unos arreglos y conseguir financiación. Y otra vez el silencio político es la tónica.

Si todo eso sucede en la Vital y el Consistorio, todavía se está a la espera de ver qué pasa en la Diputación. En su caso, los temores ante la posible ruptura del acuerdo entre la institución y la Asamblea Amarika son una constante. A ninguno de los consultados se le escapa que el único partido que ha criticado de forma pública algunos de los aspectos de la gestión compartida con los artistas locales de las salas forales de exposición ha sido el PP.

Desde la plaza de La Provincia se ha impulsado, y se está pagando, la reforma del Buesa y de la plaza de toros así como la recuperación del Alavés. Sin embargo, distintas fuentes apuntan a que si los últimos años han sido sinónimo de recorte en Euskera y Cultura, los dos próximos van a superar las peores previsiones.