Londres. Crónica de una muerte temida. Ayer, la joven cantante Amy Winehouse -27 años- apareció muerta, por la tarde, en su vivienda de Londres, sin signos de violencia, según informó la policía. El ya llamado Club de los 27 ha sido engrosado por una de las estrellas del soul más brillante de los últimos tiempos, quien ha cogido el relevo a músicos legendarios fallecidos a esa edad como Jimi Hendrix, Jim Morrison, Kurt Cobain o Janis Joplin. Eran ya varios años exhibiendo en público constantes problemas con las drogas y el alcohol, así como con una enfermedad pulmonar crónica. Todo ello la había conducido a ir cancelando sucesivos conciertos y a ofrecerlos, en ocasiones, en deplorables condiciones.
Así, a la intérprete de Rehab había veces en que se le doblaban las rodillas en plena actuación, se tropezaba u olvidaba las letras de sus famosas canciones. También era una de las estrellas previstas para el Bilbao BBK Live de este año, pero, como la mayoría apostó, se vio obligada a cancelar su participación. Sus fans estaban entre indignados y preocupados ante sus devaneos.
De extraordinario talento y poderosa voz, Amy venía mostrando una conducta altamente autodestructiva en los últimos años, y ahora ha puesto fin a su carrera trágicamente. Ayer fue localizada sin pulso ya, en su piso de Camden, al norte de Londres, un mes después de tener que suspender su última gira europea en el eco de su evidente estado de embriaguez durante una actuación en Belgrado.
La policía indicó que encontró el cuerpo de una mujer de 27 años en el vecindario de Camden, donde se encuentra la vivienda de la cantante. La joven fue hallada por los servicios de emergencia poco antes de las 16.00 horas, sin que se conozcan aún las causas oficiales del fallecimiento. El Mirror on Sunday indicó en base a fuentes anónimas que la exitosa cantante habría muerto por una sobredosis de alcohol y drogas.
"no te olvidaremos" La BBC mostró ayer imágenes de la casa de Winehouse en las que se veía a la policía acordonando la zona. Varios seguidores y curiosos se acercaron al lugar; algunos dejaron flores, otros depositaban notas diciendo "We´ll not forget you" (No te olvidaremos), mientras los había que se abrazaban para reconfortar el llanto incontenible.
Tras su desafortunado regreso a los escenarios, la artista británica canceló su gira prevista en junio. Entonces anunció que quería tomarse el tiempo necesario para volver a dar lo mejor de sí misma, explicó un portavoz. Hace apenas unas semanas, la británica pasó unos días en una clínica londinense especializada en alcoholismo y enfermedades psíquicas. No era la primera vez. Ayer, el cantante de Simply Red, Mick Hucknall, la calificó de "por lejos la mejor cantante británica de todos los tiempos", y sus fans la homenajearon en Twitter.
La fama internacional le llegó a finales de 2006, cuando salió al mercado Back to Black, con hits autobiográficos como Rehab y You know I'm no good. Le llovieron premios y elogios de la crítica. El disco vendió millones de copias y su patrimonio fue estimado en más de 15 millones de dólares.
En cambio, a partir de todo ese brillo, Amy no sacaba disco y sí empezó a ser noticia por sus problemas. Así, por ejemplo, aceptó ir a terapia para acabar con su adicción a las drogas en enero de 2008, tras lo cual fue hospitalizada por deshidratación. Entonces, Estados Unidos le negó el visado para acudir a los premios Grammy, en base a sus detenciones por posesión de cannabis. Winehouse tuvo que tirar de satélite para poder actuar en la gala. Cuando parecía que levantaba cabeza, su marido la agredió, y después fue detenida por delitos de drogas y por pegar a una admiradora. Nuevamente, actuó sin apenas tenerse en pie, y en un hotel apareció desnuda. Volvió a ser hospitalizada varias veces y, cuando nada parecía poder empeorar, se volvió a casar con Blake, del que se había divorciado.