Vitoria. El corazón de la ciudad palpita a ritmo de rock&roll. Está más vivo que nunca y sus pulsaciones se aceleran con la llegada del Azkena Rock Festival. La misma sensación la experimenta el templo más emblemático de la ciudad: la catedral de Santa María. Y es que, sus paredes acogieron ayer el concierto de Mike Farris & The Roseland Rhythm Revue. Acordes al más puro estilo rockero con toques de soul y gospel en perfecta comunión con la sacralidad del entorno.

Una propuesta que hubiera sido impensable hace unas décadas, y sin embargo, hoy en día no desentona. Es más, encaja a la perfección con un monumento vivo que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia más pura. La Catedral Vieja se convierte en templo de rock con un escenario de excepción: el pórtico. Ahí es, precisamente, donde tuvo lugar ayer noche la actuación de Mike Farris. El último concierto hasta la fecha de una larga lista de actuaciones que se han desarrollado en el marco de un programa bautizado con el título Abierto por Concierto.

Esta iniciativa, que ya lleva en marcha tres años, nació con la idea de hacer del templo gótico un espacio de conocimiento, y en especial el pórtico tras su restauración. Con una intensa programación, desde la Fundación (el modelo que gestiona de forma unificada el proyecto de restauración) han tratado de mantener la presencia activa de la catedral en el Casco Histórico de la ciudad, convirtiéndolo en un monumento capaz de generar conocimiento y de atraer a todo tipo de público. La programación se ha dividido en varios ciclos simultáneos, de forma que en un mismo mes han tenido cabida actuaciones de música antigua, contemporánea o nuevas tendencias, entre otras.

Desde el exlíder de Los Ronaldos, Coque Malla, hasta grupos como Marlango o Sorkun pasando por los cantautores vascos Mikel Urdangarin y Ruper Ordorika o figuras del jazz como el pianista Iñaki Salvador o Gonzalo Tejada. Probablemente para la mayoría era la primera vez que actuaban en una catedral, una experiencia que han descrito como sofisticada, singular, mística, íntima… Coque Malla confesó en una entrevista en este diario que "quien mete a un rockero en una catedral es un tío con mucho sentido del humor o un inconsciente". Sin duda, una propuesta cuanto menos transgresora que ha situado al templo vitoriano como ejemplo de gestión y recuperación patrimonial a nivel internacional.

Además de la programación musical que ha acogido el templo durante estos últimos años, la Fundación ha realizado una destacada labor divulgativa, formativa y cultural en otros ámbitos. Bajo el título Encuentros en la Catedral, Santa María ha acogido actividades de todo tipo: jornadas literarias con escritores de prestigio internacional; ciclos de cine; exposiciones; teatro; cursos prácticos sobre oficios tradicionales; congresos y seminarios internacionales de arquitectura, humanismo y comunicación; talleres pedagógicos infantiles; concursos de fotografía, relato y pintura, etc. Tanto la variada oferta cultural como la singularidad del proyecto de restauración la han convertido en un reclamo que ha traspasado las fronteras. De ahí que por el templo hayan pasado algunos de los más importantes escritores internacionales: Ken Follett, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, Antonio Gala, Arturo Pérez-Reverte, Carmen Posadas, ZoéValdés, Paulo Coelho y José Saramago, entre otros. Fotográfos de la talla de Alberto Schommer; el ex bajista de la banda de rock británica The Rolling Stones, Bill Wyman; el artista polifacético Alejandro Jodorowsky; la actriz Geraldine Chaplin o el actor y director Tim Robbins, entre otros.

abierto por obras

Una idea pionera

Pero sin duda, el mayor hito de este proceso de divulgación se encuentra en el famoso programa de visitas denominado Abierto por Obras. Una iniciativa pionera que permite a los visitantes conocer el proceso de restauración de primera mano, a través de los distintos trabajos de recuperación que se han ido llevando a cabo en el templo.

Seguramente es la idea que más se ha exportado a otras ciudades y al mismo tiempo, se ha convertido en visita obligada tanto para turistas como para autóctonos. De hecho, esta misma semana se ha superado la cifra de un millón de visitantes, procedentes de un centenar de países diferentes. Aunque muchos se habrán quedado sin ver a Mike Farris en la Catedral, todavía pueden aprovechar cualquiera de estos días para conocer el templo que lo acogió. Una plan perfecto para completar las interminables jornadas azkeneras.