madrid. Es poco probable que el británico Sheridan Simove gane el premio Nobel de Literatura, aunque estos días se ha convertido en la envidia de todos los escritores al derivar en un fenómeno mundial de ventas con un libro de 200 páginas en blanco titulado Qué piensan los hombres más allá del sexo.
Han pasado menos de tres meses desde que Simove tuvo la idea en el dormitorio de su piso londinense, y ahora su libro se vende como rosquillas en el Reino Unido, Australia, China, Canadá, Grecia, Croacia y Serbia, entre otros países. El artífice de la idea, que visitó ayer la Feria del Libro de Madrid, aún no se lo puede creer, según confiesa en una entrevista. "Cuando concibes una idea nunca sabes cómo saldrán las cosas. Es como un hijo, lo nutres, lo cuidas, procuras que vaya bien vestido, pero cuando sale al mundo no sabes cómo se relacionará con la gente. Y si cada vez que lanzo un producto supiera cómo va a funcionar, la cosa no sería ni la mitad de emocionante", señala.
Este psicólogo experimental, que se define a sí mismo como "el hombre de las ideas" y cuya tarjeta de visita es un billete falso con su foto y la de Walt Disney, no sabe si este éxito es "depresivo o desternillante", teniendo en cuenta que había publicado previamente un libro de verdad que pasó sin pena ni gloria. "Cinco años para escribirlo, uno para publicarlo, me dejé la piel en ello y nunca pasó del puesto 45", ríe Simove, que de publicar con Random House ha pasado a autoeditar este libro. El humor es un componente fundamental de su personalidad: "Lo interesante del humor es que bajo él subyacen grandes verdades, y por eso a la gente le hace gracia que alguien diga una cosa obvia en voz alta. Es como cuando, en el cuento El traje nuevo del emperador, el niño es el único que se atreve a decir que el emperador va desnudo", sostiene. Más allá, y en el actual contexto de crisis, Simove cree que el humor, esa característica exclusiva de los humanos, es crucial, "porque si no podemos mirarnos a nosotros mismos y reírnos al identificar lo absurdo, entonces no podemos cambiar".