Vitoria. Del swing han hecho la excusa perfecta para reunirse, disfrutar, mejorar y difundir lo que les une. Lo hacen de manera habitual desde que todo comenzó hace casi diez años a través de la asociación Swingvergüenzas, creciendo a cada paso y aprovechando también las experiencias de otras partes donde su afición cuenta con un mayor arraigo, destacando el caso de Cataluña. De allí, la agrupación alavesa se trajo hace un tiempo la idea de realizar un festival al aire libre donde encontrarse con otros bailarines de distintos puntos y con el gran público. Pero, ¿cómo hacer que ese certamen en Gasteiz fuera diferente a otros? La respuesta en Euskadi es fácil, a través de la comida. De ahí nace Gastroswing, cuya primera edición, que cuenta con la colaboración de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, arrancará mañana y tomará la ciudad hasta el domingo.

Para este debut, las expectativas están por todo lo alto aunque con los pies en el suelo. La organización está convencida de que la propuesta es interesante incluso para aquellos que piensan en el baile como meros espectadores e incluso ni eso, que puede ser un punto de atracción para muchas personas de fuera de Álava, y que tiene capacidad para estar a la altura de iniciativas europeas similares. Eso sí, la intención es ver cuáles son los resultados de esta primera vez y limitar el número de asistentes a algunos actos (como las clases en el Europa) para evaluar en la práctica lo que en la teoría se cree que se puede llevar a cabo, según expresó ayer el coordinador de la cita, Iñigo Elejalde. Lo cierto es que si todo funciona, el evento, que nace con vocación de continuidad, podría trasladarse a mediados o finales de agosto de cara al próximo año a propuesta del Ayuntamiento de Vitoria.

Pero eso, de producirse, será en 2012. De momento, la actualidad se centrará mañana mismo en Villa Suso. Tras la llegada de participantes, a las 22.00 horas se procederá a la inauguración oficial y, ya a medianoche, la fiesta se dividirá entre el Jardín de Falerina y el Virgen Blanca.

Con las pilas cargadas, la mañana del sábado servirá para desarrollar las clases de lindy-hop en el Europa, antes de que a las 13.30 horas empiece un desfile de swing por distintos puntos del Casco Viejo, zona que va a ser el escenario principal del certamen. De hecho, en algunos casos si el tiempo no lo estropea, desde la hora de la comida hasta la noche, se irán sucediendo en la colina los conciertos con el grupo Swing Apur, Please (formación creada de manera específica para este nuevo encuentro), los pintxopotes, los rallys fotográficos, las apariciones improvisadas de bailarines y otras citas.

Ya a las 21.30 horas, los pasos del festival se trasladarán hasta la sala Jimmy Jazz, que vivirá toda una fiesta con música en directo y, cómo no, mucho baile para la que las entradas están a la venta por diez euros.

En la última jornada, la del domingo, las clases en el Europa volverán a protagonizar la mañana. A partir del mediodía, las actuaciones sin previo aviso regresarán al Casco y las sociedades gastronómicas Irrintz y Kikilisalda serán las anfitrionas de la comida de clausura, aunque, eso sí, los que todavía tengan ganas de bailar podrán hacerlo desde las 18.00 horas en el Virgen Blanca.

Así se configurará una primera edición que mira al futuro con ganas aunque sus participantes no tendrán que esperar doce meses para volver a moverse. Swingvergüenzas está activa todo el año.