Los Ángeles. La actriz española Penélope Cruz tenía tantas ganas de trabajar de nuevo con Johnny Depp y Rob Marshall que se embarcó en la cuarta entrega de Piratas del Caribe sin conocer el argumento, según explicó ayer en una entrevista. "Dije que sí antes de leer el guión. En mí, eso no es muy normal", comentó la madrileña al término de una maratoniana jornada de promoción del filme en un hotel de Beverly Hills, en Los Ángeles, el día previo al preestreno mundial de Piratas del Caribe: En mareas misteriosas en el parque Disneyland del sur de California.
Penélope Cruz cambió de repertorio para encarnar en la popular saga a una seductora pirata llamada Angélica cuyo destino aparece muy vinculado con el del protagonista, el capitán Jack Sparrow. "Quería ser parte de este tipo de películas, poder ver desde dentro, como fan del cine que soy, cómo se lleva a cabo un tipo de producción así, tan gigantesca. Había hecho alguna película de acción pero nunca algo tan grande como esto", afirmó la actriz.
El filme dejó tan buen sabor de boca en Cruz, que admitió que estaría encantada de "repetir con Rob Marshall y con Johnny Depp" en futuros proyectos, ya sea en la quinta secuela de Piratas, de la que ya existe un primer borrador, o en "cualquier otra historia".
La intérprete señaló que no tiene firmado "ningún compromiso" para continuar en la franquicia, aunque el destino de su personaje queda abierto en la conclusión de En mareas misteriosas, un relato que gira en torno a una carrera contrarreloj para encontrar la fuente de la eterna juventud.
"Nadie sabe qué pasará en la siguiente, está todo en el aire", comentó la actriz que coincidió con Depp por primera vez en Blow (2001) y trabajó a las órdenes de Marshall en Nine, justo cuando el director supo que estaría al timón de la cuarta parte de Piratas.
Más allá de su papel, la artista hizo de asesora del cineasta y del equipo de casting para contratar a los actores españoles que se sumaron al reparto. "Buscaban muchos chicos y me pidieron una lista larga y yo di una de unos 15 ó 10 nombres, de ahí ellos vieron unos cuantos", explicó Cruz, que insistió en que ella no tomó parte en la selección final en la que quedaron Óscar Jaenada y Juan Carlos Vellido.
El filme además fue especial para Cruz por la participación de su hermana Mónica, que debido a su embarazo la sustituyó en algunas escenas de acción en la última parte del rodaje, y de su hermano Eduardo, que contribuyó con su música a una banda sonora elaborada por Hans Zimmer.
"Me hizo muchísima ilusión", añadió la madrileña, cuya vida ha dado un enorme giro en los últimos meses con su boda con el actor Javier Bardem y el nacimiento en enero en Los Ángeles de su primer hijo. Una situación personal que, sin embargo, no ha hecho que la actriz se plantee alterar en exceso su ritmo de laboral. "Eso cambió hace ya como cinco años. Disfrutaba mucho del trabajo pero no del todo, porque siempre estaba cansada porque hacía tres o cuatro películas al año. Desde Volver y No te muevas ruedo una o dos como mucho, si no son muy largas. Encontré un equilibrio mucho más sano", confesó la intérprete.
Una vez termine la promoción de Piratas del Caribe: En mareas misteriosas, que se estrena en todo el mundo la tercera semana de mayo, Penélope Cruz tiene previsto hacer una pausa hasta julio, cuando grabará durante dos semanas para el nuevo filme de Woody Allen ambientado en Roma.