La intención expresada por Superman en su última aventura de renunciar a su ciudadanía disparó las críticas ayer en EEUU contra el icónico superhéroe y la editorial DC Cómics, a la que se acusa de menospreciar al país. Las polémicas declaraciones del Hombre de Acero fueron publicadas en la edición nº 900 de las historias de Superman, que se puso a la venta el miércoles y no pasó inadvertida para los fanáticos y para los sectores más tradicionales, que ven en ese personaje de ficción un abanderado de sus valores nacionales. "Pretendo hablar en Naciones Unidas mañana e informarles de que renuncio a mi ciudadanía estadounidense. Estoy cansado de que mis acciones se interpreten como instrumentos de la política de EEUU", aseguró el superhéroe tras ser recriminado por asistir en el cómic a una manifestación en Irán contra el dirigente Mahmud Ahmadineyad. Desde DC Cómics se argumentó que el plan del personaje a partir de ahora era dar un "enfoque global a su batalla interminable".