"Lo primero que descubrimos, que Natalia es más mala que sentarse en una bici sin sillín y lanzarse cuesta abajo por el monte. En primer lugar, porque se dedica a comerle la oreja a David, que parece un critter con una parafilia con los pabellones auditivos, y después, porque miente tanto que yo no estoy seguro ni de que se llame Natalia".