Málaga. Morente. El barbero de Picasso, el documental que se ha convertido en el último trabajo del cantaor por haberse terminado de rodar pocos días antes de su muerte, muestra a un artista que estaba "muy vivo" y resalta los dos valores de su vida: la familia y la amistad. La película se presentó ayer, fuera de concurso, en la sección oficial del Festival de Cine de Málaga por "deseo expreso" del propio Morente, que quería que se estrenase en la ciudad natal de Picasso, afirmó el director del filme, Emilio Ruiz Barrachina.
"Enrique vio el material de toda la película con el pijama debajo del brazo porque se iba a la clínica. Rodamos hasta el último día porque estaba perfecto", añadió el cineasta. El artista "no tenía ninguna sensación distinta a la de cualquier persona que va a entrar en quirófano" y, de hecho, para el 13 de diciembre, fecha de su fallecimiento, tenían una sala reservada para empezar a montar el documental. Morente era "una fábrica de ideas geniales", que mientras participaba en este documental preparaba otro proyecto con Ruiz Barrachina, el de "recopilar los cantes tradicionales de todas las minas del mundo donde hay conflictos sociales". "Estábamos haciendo gestiones para cantar con mineros de Sierra Leona, Angola, Colombia o Chile y denunciar las injusticias sociales".
El documental está dividido en 4 bloques que se corresponden con los 4 elementos de la naturaleza, aunque con la unidad temática de la amistad de Picasso con su barbero, Eugenio Arias. "El primer bloque es la tierra, el barro, la parte creativa, los ensayos y preparativos de los conciertos; el segundo, el aire, lo que respiraba, su familia, su casa y el barrio del Albaicín; el tercero, el agua, la parte más pura y ortodoxa, y el cuarto, el fuego, la fusión con los textos de Picasso", explicó Ruiz Barrachina.