ZARAGOZA. Los editores y libreros independientes iberoamericanos están convencidos de que el soporte papel y el digital coexistirán en el futuro, pero quieren evitar que la producción y comercalización del libro electrónico "caiga en manos de monopolios"."La actual situación del libro electrónico es caótica", aseguran en sus conclusiones los asistentes al encuentro que, desde el pasado jueves, ha reunido en Zaragoza a 120 editores y libreros de España y de Hispanoamérica y que ha servido para dejar clara la necesidad de crear alianzas que permitan hacer frente a la irrupción del formato digital. Los participantes han constatado "el riesgo de supervivencia" que corren muchas de estas empresas, y por ello piden a las instituciones públicas medidas de apoyo a un sector que consideran "estratégico para el futuro" de sus respectivos países.
Las conclusiones las leyó el organizador de este encuentro, Francisco Goyanes, dueño de la librería Cálamo de Zaragoza, y, entre ellas, solicitó "la eliminación del IVA del 18 por ciento" para el libro digital.Estas jornadas han demostrado "la energía de un sector que confía en el futuro" y cuya existencia "es una garantía de pluralidad y diversidad cultural".
De ahí que insten a las instituciones públicas a que impulsen "la creación de nuevas librerías y al mantenimiento de las existentes", y a que adopten medidas para ayudar también a las editoriales independientes."Unámonos porque nos jugamos la supervivencia; estamos en peligro de extinción", dijo el español Enrique Murillo, de Los Libros del Lince, quien dejó claro que hablaba de "la supervivencia empresarial" y de la del "pensamiento".Sergio Gaspar, de DVD Ediciones, aseguró que en España la facturación descendió "gravísimamente" en 2010 y hay editoriales independientes que perdieron "entre el 20 y el 40 por ciento de sus ingresos". Este editor cree que solo "es posible remediar esto a corto plazo intentando un pacto de una vez por todas entre editoriales y librerías independientes que valgan la pena y algunas distribuidoras". Como anticipo de ese pacto pueden servir las conclusiones alcanzadas entre las que se piden medidas que "favorezcan la libre circulación del libro a ambas orillas del Atlántico", como "exención de aranceles y políticas de precios subvencionados para el transporte". Porque otro asunto que también se ha constatado en este encuentro es que el libro "no fluye entre América y España", ni siquiera entre los propios países hispanoamericanos. Lo dijo Nubia Macías, la directora de la Feria del Libro de Guadalajara (México).