Llovía sin parar en Barcelona a finales de enero de 2010. El poeta Pere Gimferrer, encerrado en casa, empezó a trabajar, sin proponérselo, en su nueva obra, Rapsodia, un poema unitario en verso libre, redactado inicialmente en seis días, en el que reflexiona sobre la propia naturaleza de la poesía. Durante un encuentro con periodistas, el también académico presentó ayer el libro, dividido en diecisiete secciones, y explicó que, aunque lo armó en apenas una semana, luego estuvo meses corrigiéndolo, tanto para evitar reiteraciones como para mejorar el aspecto rítmico y la imagen de las palabras. Llevaba año y medio sin componer poesía con continuidad y lo que ahora presenta, publicado por Seix Barral, es la sexta vez que lo aborda: un poema largo unitario que, como en otras cuatro ocasiones anteriores, divide en secciones ordenadas por números romanos.
